ROMA.- El cardenal Velasio De Paolis, delegado pontificio para enderezar a la congregación mexicana Legionarios de Cristo, creó una "Comisión para el acercamiento" con las víctimas del padre Marcial Maciel, apartado de la Iglesia por pedofilia.
Esta instancia tendrá la misión de escuchar a "las personas que, a causa del padre Marcial Maciel o en relación con él, pidan a la comunidad que reaccione", como señalaba un comunicado de los Legionarios del 31 de enero.
Más adelante, dicha comisión deberá entregar un informe detallado al cardenal De Paolis, quien luego de consultar a sus asesores decidirá la forma en que se debe intervenir en cada caso.
Monseñor Mario Marchesi, vicario general de la diócesis de Cremona, asumirá la dirección de esta comisión, integrada por otros cuatro miembros: dos integrantes de la poderosa congregación conservadora Legionarios de Cristo, y dos procedentes del exterior.
El martes, la Congregación anunció que el cardenal De Paolis había nombrado temporalmente a dos consejeros adicionales para ayudar al padre Álvaro Corcuera, director general: el padre Juan José Arrieta Ibarrechebea, cura de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Roma, y el padre Jesús Villagrasa Lasaga, profesor de metafísica en la Universidad Regina Apostolorum, en Roma.
Maciel, que hasta su muerte en 2008 a los 87 años dirigió con mano de hierro a los Legionarios de Cristo, una congregación fundada en 1941 en México, fue denunciado por abusos sexuales a menores y mantuvo una doble vida con dos mujeres y varios hijos.
El pasado 1 de mayo, Benedicto XVI anunció la refundación de la Legión y de su ala laica, el Regnum Christi, y condenó firmemente la vida "sin escrúpulos" del padre Marcial Maciel tras recibir el informe de los obispos que realizaron una investigación.
En mayo de 2006, Benedicto XVI obligó a Marcial Maciel a "renunciar a cualquier ministerio público" y "a retirarse a una vida de oración y penitencia".
En su libro-entrevista "Luz del mundo", presentado en noviembre pasado en el Vaticano, el Papa califica al difunto Maciel de "falso profeta", aunque reconoce que tuvo "un efecto positivo" al fundar una congregación llena de entusiasmo en la fe.