BOGOTÁ.- El Gobierno colombiano anunció hoy martes que autoriza la liberación de los dos secuestrados que no fueron entregados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) el pasado domingo, por "responsabilidad" con ellos y con sus familias.
El interlocutor para las excarcelaciones, Eduardo Pizarro, explicó que será el Ejecutivo el que determinará "la hora cero" para retomar el operativo desde Cali y afirmó que no se va a permitir que la guerrilla "vuelva a incumplir".
"Cuando todo esté dispuesto en Cali" y haya una "absoluta certeza de las coordenadas" del lugar donde serán liberados el mayor de la Policía Guillermo Solórzano y el cabo del Ejército Salín Sanmiguel, "entonces el Gobierno determinará la hora cero"”para poner en marcha el operativo, señaló Pizarro en Bogotá.
El Gobierno "quiere facilitar las liberaciones" por "responsabilidad" con los dos rehenes y con sus familiares, dijo.
La liberación incondicional de cinco rehenes, anunciada en diciembre por las FARC como "gesto de humanidad" hacia la ex senadora Piedad Córdoba, comenzó el miércoles pasado con la entrega del concejal Marcos Baquero.
El proceso continuó el viernes con la puesta en libertad del también concejal Armando Acuña y del infante de la Marina Henry López.
El domingo, la guerrilla entregó al policía Carlos Alberto Ocampo, quien no figuraba entre los anunciados en diciembre, pero no hicieron lo mismo con Solórzano y Sanmiguel.
Según el Gobierno, las FARC entregaron unas coordenadas erróneas que dieron al traste con la liberación de esos dos secuestrados.
"Incumplieron con las coordenadas, incumplieron con las entregas y propusieron a última hora, cuando ya no era posible, realizar la entrega en un lugar que estaba fuera de las áreas previamente acordadas", acusó el Presidente Juan Manuel Santos. (...) Exigimos total responsabilidad y compromiso de su parte", remarcó.
Además, recordó que el Gobierno exige la liberación "inmediata y sin condiciones" de los 16 policías y militares, algunos secuestrados hace más de 12 años, a quienes las FARC quieren intercambiar por guerrilleros presos.