TOKIO.- La empresa japonesa TEPCO, operadora de la maltrecha planta nuclear de Fukushima, indicó hoy que desde mañana lanzará al Océano Pacífico hasta 11.500 toneladas de agua radioctiva procedente de la central.
Tokyo Electric Power (TEPCO) dijo que la concentración de radioactividad de esa agua es cien veces mayor al límite legal, lo que consideró relativamente bajo.
Según la página web del diario japonés Yomiuri, 10.000 toneladas proceden de depósitos especiales de la planta nuclear, mientras que otras 1.500 se encontraban en el sótano de las unidades 5 y 6.
El objetivo es hacer espacio en esos lugares para poder trasladar allí el agua con una radioactividad aún más elevada que inunda los edificios de turbinas de los reactores 1, 2 y 3, y que dificulta seriamente las labores de los operarios de TEPCO para enfriarlos.
Desde hace días se está produciendo una filtración de agua contaminada al mar desde Fukushima que, por su elevado nivel radioactivo, se sospecha proviene del núcleo del reactor 2.
Hoy los operarios de TEPCO vertieron líquido con colorante en un túnel cercano a ese reactor para tratar de determinar la ruta por la que el agua radioactiva se filtra al mar.
El líquido, de color blanco, fue introducido en un túnel que conduce a la fosa donde este sábado se detectó una grieta de unos veinte centímetros, que permite que agua con una elevada radioactividad se escape al mar.
La filtración se intentó detener sellando la grieta con hormigón e inyectando polímero en polvo para absorber el agua, pero ninguno de esos recursos tuvo éxito.
TEPCO baraja varias posibilidades para detener la filtración al mar, como tratar de tapar la grieta con productos químicos o instalar una barrera en el litoral para contener el agua radioactiva.
La planta de Fukushima se quedó sin electricidad el pasado 11 de marzo por el terremoto de 9 grados en la escala Richter y posterior tsunami, que inundó la central con olas de hasta catorce metros.
Desde entonces los trabajadores de TEPCO intentan refrigerar los seis reactores de la planta, pero sus esfuerzos se han visto dificultados por constantes problemas, como la excesiva radiactividad en el agua que inunda parte de las instalaciones, y ahora una de sus prioridades es drenarla.