WASHINGTON.- Los máximos líderes militares de Estados Unidos y Pakistán se reunieron en España para superar la situación de tensión creada por la incursión de un comando estadounidense en Pakistán para matar al líder de Al Qaida, Osama bin Laden, dijo el sábado un vocero del Pentágono.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos Mike Mullen y su homólogo paquistaní, el general Ashfaq Kayan, estuvieron reunidos durante más de dos horas el viernes, al margen de una conferencia de la OTAN en Sevilla, dijo a la AFP el capitán John Kirby, portavoz de Mullen.
"Coincidieron en que las relaciones entre nuestros dos países son vitales para la región y señalaron que ambas partes habían adoptado medidas positivas para mejorar esa relación en los últimos meses", agregó.
"Conversaron asimismo acerca del estado de la cooperación militar y se comprometieron a seguir buscando vías para mejorarla", señaló Kirby.
El encuentro de Sevilla fue el primero a alto nivel entre responsables militares luego de la operación llevada a cabo el 2 de mayo por un comando del cuerpo estadounidense de los Navy Seals en Pakistán, sin conocimiento de Islamabad, para asesinar a Bin Laden.
Como las relaciones empeoraron a raíz de la incursión, Washington anunció que podría reducir en unos 2.700 millones de dólares su ayuda militar a Pakistán.Islamabad, por su parte, ordenó la partida de unos 200 instructores militares estadounidenses.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, se dijo el miércoles "frustrado" por el hecho que las autoridades de Pakistán no hayan podido aún detener a los militantes de la red islamista Haqqani, de los que Washington sospecha que podrían haber atacado el cuartel general de la OTAN en Kabul la semana pasada.
Haciéndose eco de esos comentarios, Mullen también expresó su profunda preocupación por la creciente -y cada vez más abierta- actividad de la red Haqqani, que cuenta con santuarios en Pakistán, y manifestó su deseo de que Islamabad la combata, dijo Kirby.
Estas declaraciones se producen luego que el embajador de Estados Unidos en Islamabad remarcara la existencia de pruebas que vincularían al gobierno de Pakistán con la red Haqqani, aliada de los talibanes afganos y a la cual acusó del ataque al cuartel de la OTAN en Kabul.
Pakistán sigue siendo visto por Estados Unidos como un país clave para sus operaciones militares en Afganistán, donde Washington intenta doblegar la fuerte resistencia de la insurgencia talibán.