La población de Libia celebra la muerte de Jaddafi. Una transición exitosa es el nuevo desafío de la nación.
ReutersSANTIAGO.- La muerte de Moammar Jaddafi supone "el fin de una era" en Libia, según los principales dirigentes de la Unión Europea (UE), que pidieron hoy a las nuevas autoridades una política de reconciliación.
"Libia puede hoy pasar una página de su historia y emprender un nuevo futuro democrático", señalaron en una declaración conjunta los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, que además pidieron al Consejo Nacional de Transición (CNT) que emprenda "un proceso de reconciliación" dirigido a todos los libios y permita "una transición democrática, pacífica y transparente en el país".
Pero no son pocos los que miran con escepticismo y temor la nueva era que se viene para este país rico en recursos petroleros, que antes de la revolución ocupaba el lugar 12° en el ránking de exportación a nivel global de crudo, al enviar más de 1,5 millones de barriles diarios, principalmente a mercados europeos.
Antes de la proclamación de la "liberación total" de Libia, el número dos del CNT, Mahmud Jibril, advirtió del riesgo de un "caos" en el país debido a las luchas por el poder.
Jibril manifestó su temor de que se produzca una "batalla política" precoz, una eventual lucha por el poder que podría tener lugar entre tribus y entre las regiones, así como entre los islamistas y los liberales del nuevo régimen.
El director de Centros de Estudios Árabes de la Universidad de Chile, Eugenio Chahuan, señaló que las democracias "no se construyen a partir de cambios radicales del gobierno sino que tienen que ver con demandas sociales y la capacidad de movilización de la población".
"Lo que se ha planteado en las calles en Túnez, El Cairo, Libia, Bahrein y en Siria, es fundamentalmente demandas propias de libertades y participación política. No hemos visto hasta ahora que surjan discursos de radicalismo islámico. El gran acontecimiento que se puede percibir es un cambio de actitud en la población en la idea de transformase en ciudadanos y dejar de ser súbditos", añadió.
No obstante, el analista estimó que estas demandas de la población tendrán éxito en la medida en que sean acogidas por quienes detentan la hegemonía del poder.
También dijo que hay cierta desconfianza por la actitud que adopten las potencias respecto de Libia. Esto porque antes se toleró la tiranía de Jaddafi principalmente por los recursos energéticos de la nación.
"La intervención de la OTAN y las fuerzas europeas fueron absolutamente relevantes en la conclusión de la situación en Libia. Más allá de estar avalada por los principios de los derechos humanos y la democracia, (la intervención militar) estuvo avalado fundamentalmente por los intereses económicos", dijo Chahuan en radio Cooperativa.
En esa línea, sostuvo que va a haber una gran tensión respecto de quien obtendrá los mejores dividendos. "Hasta ahora al parecer el gobierno francés va a ser el más favorecido. Ha obtenido del Consejo de Transición un 25 % de contrataciones para el usufructo de los recursos energéticos de Libia", recordó.
El analista agregó que la transición y la situación política en general de Libia va a estar marcada por los intereses europeos, para quienes "estratégicamente ésta es una región muy potente, por su cercanía y recursos energéticos y lo que puede significar en estabilidad en el norte de África", además de contener la migración de africanos hacia Europa.