BENGHAZI.- Los nuevos dirigentes libios iniciaron este lunes negociaciones para formar en un mes un gobierno regido por la sharia o ley islámica encargado de la transición tras 42 años de régimen de Moammar Jaddafi.
Las nuevas autoridades proclamaron el domingo la "liberación" de Libia en una ceremonia realizada en Benghazi y que quedó opacada por la polémica generada por el linchamiento y aparente ejecución sumaria de Jaddafi tras haber sido capturado vivo el jueves pasado en Sirte por las milicias del CNT.
"Hoy preparamos una nueva etapa" durante la cual "vamos a trabajar duro para el futuro de Libia", afirmó el domingo el vicepresidente del Consejo Nacional de Transición (CNT), Abdel Hafiz Ghoga, en la histórica ceremonia.
El número dos del CNT, el liberal Mahmud Jibril, aseguró que existen negociaciones para formar un gobierno interino, del cual ya adelantó que no formará parte: "este proceso llevará entre una semana y un mes", precisó.
Las negociaciones corren el riesgo de verse complicadas por múltiples luchas de poder: liberales contra islamistas, tensiones regionalistas, rivalidades tribales, ambiciones individuales o pugna por controlar el ingreso petrolero.
Según la hoja de ruta anunciada por el CNT, habrá elecciones constituyentes en un plazo máximo de ocho meses, seguidas de elecciones generales un año más tarde.
El presidente del CNT, Mustafá Abdul Jalil, reafirmó el domingo que la legislación estará basada en la ley islámica.
"En nuestra calidad de país islámico, hemos adoptado la sharia como ley esencial y todo lo que resulte violatorio de la sharia será considerado legalmente como nulo y sin valor", agregó, destacando en particular la apertura de bancos islámicos que "prohibirán la usura (...), conforme a la tradición islámica".
Abdul Jalil hizo un llamado general a "perdonar" y a "extraer el odio de los corazones (...) para reconstruir a Libia".
"Hay bienes que fueron incautados por la fuerza, llamo a todos los libios a observar la ley y a no apoderarse de nada por la fuerza", agregó.
La proclamación oficial del fin de la era Jaddafi fue saludada por varios países, incluyendo Francia y Gran Bretaña, protagonistas de la coalición internacional que desde marzo pasado intervino militarmente en el conflicto para poner fin a la represión sangrienta de las protestas. Según el CNT, el conflicto causó más de 30.000 muertos en ocho meses.