GUATEMALA.- El general retirado Otto Pérez Molina asumió el sábado la presidencia de Guatemala con la promesa de acabar con la delincuencia y el crimen organizado que azotan el país. En su discurso inaugural pidió la ayuda de Estados Unidos para combatir el narcotráfico e hizo un llamado a un proceso de reconciliación nacional.
“Yo sufrí y me tocó vivir el conflicto armado y después de 15 años de haber firmado los acuerdos de paz se sigue traicionando a los guatemaltecos. Le ruego a Dios que nos ayude a reconciliarnos verdaderamente”, dijo Pérez mientras los cerca de 5.000 asistentes aplaudían.
“Ruego que mi generación sea la ultima de la guerra y la que sigue la primera de la paz”. “Nos hemos comprometido por la paz y la seguridad integral que todos ansiamos”, señaló.
El general retirado solicitó ayuda para poder combatir a los carteles que tienen en jaque al país. “Me apego hoy a mis socios internacionales para poder lidiar y combatir con el narcotráfico: México, Centroamérica y hago un especial llamado a Estados Unidos para prevenir y combatir”.
Como parte de la ceremonia, Pérez juró defender la Constitución momentos antes de ceñirse la banda presidencial.
El general retirado sucede a Alvaro Colom, el cual fue abucheado cuando se mencionó su nombre en la ceremonia.
El electorado se sintió atraído por el enfoque de “mano dura” de Pérez contra la criminalidad, en un país de 13 millones de habitantes invadido por las pandillas y los carteles de la droga mexicanos y con una tasa de homicidios de 45 por cada 100.000 habitantes, casi tres veces mayor que la del vecino México.