ROMA.- Ocultarse tras una cultura de la "omertá" -la palabra italiana para el código de silencio de la mafia- sería mortal para la Iglesia Católica, dijo este miércoles el principal responsable del Vaticano para abordar los casos de abusos sexuales a menores por parte del clero.
Monseñor Charles Scicluna hizo el inusualmente rotundo comentario en su discurso ante un histórico un simposio celebrado en Roma sobre la crisis de abusos sexuales que ha sacudido a la Iglesia en la última década.
"La enseñanza (...) de que la verdad está en la base de la justicia explica por qué una letal cultura del silencio, u 'omertá', es en sí misma errónea e injusta", señaló Scicluna en su discurso ante el simposio de cuatro días que reúne a unas 200 personas, entre obispos, líderes de órdenes religiosas, víctimas de abusos y psicólogos.
Rara vez, por no decir nunca, un responsable del Vaticano ha utilizado la palabra "omertá" -una acusación seria en italiano -para comparar la reticencia de algunos en la Iglesia a decir la verdad sobre el escándalo de abusos con el código de silencio de la mafia.
"Otros enemigos de la verdad son la negación deliberada de hechos conocidos y la preocupación fuera de lugar de que el buen nombre de la institución debería disfrutar de alguna manera de prioridad absoluta en detrimento de la transparencia", dijo Scicluna.
Grupos de víctimas llevan años acusando a algunos obispos en la Iglesia de preferir el silencio y el encubrimiento a decir la verdad sobre el escándalo, que ha manchado la imagen de la Iglesia en todo el mundo, sobre todo en Estados Unidos.
"Ninguna estrategia para evitar el abuso infantil funcionará jamás sin compromiso y rendición de cuentas", indicó Scicluna ante el simposio en la jesuíta Pontificia Universidad Gregoriana, titulado "Hacia la curación y la renovación".
Scicluna, un maltés cuyo título formal es "promotor de justicia" en el departamento de doctrina del Vaticano, es el principal encargado de la Santa Sede para tratar los casos de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes católicos.
Los participantes del simposio están discutiendo cómo la Iglesia puede llegar a ser más consciente del problema, comprometerse a escuchar a las víctimas y evitar futuros casos de abusos.
Grupos que representan a las víctimas de abusos dicen que la Iglesia debe hacer mucho más para reconocer el pasado, cuando sacerdotes pedófilos conocidos fueron trasladados de parroquia en parroquia en lugar de ser expulsados o entregados a las autoridades.
También debe hacer mayores esfuerzos para prevenir futuros casos, dicen, acusando a la Iglesia y el Vaticano de encubrimiento.