RAMALÁ.- El Presidente Mahmud Abbas advirtió hoy a Israel de que no permita que ninguno de los presos palestinos que se han declarado en huelga de hambre sufra daños, porque lo contrario constituirá "un desastre".
En una comparecencia ante el Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), de la que es presidente, Abbas también exhortó al Gobierno israelí a aceptar las demandas de los presos, que consideró "justas" y "humanas".
"Estamos hablando de las condiciones de su encarcelamiento, y hasta ahora las autoridades israelíes no han satisfecho sus demandas a pesar de las conversaciones entre las partes", explicó a los miembros del Comité.
Según Abbas, "la situación es muy seria", "son días cruciales, principalmente porque hay presos que llevan más de 70 días en huelga".
Entre los huelguistas hay seis que se encuentran en grave peligro y que han sido trasladados a una enfermería del servicio penitenciario en la ciudad israelí de Ramle, cerca de Tel Aviv.
Dos de los presos llevan 75 días en huelga, y a ellos se agregaron el 17 de abril otros 1.500, según Israel, o 2.500, según la ONG palestina Adamir.
Los presos exigen el fin de las detenciones administrativas y de las penas de aislamiento (que soportan 17 presos, algunos desde hace una década) y una mejora de las condiciones de encarcelamiento, como mejor atención sanitaria y la posibilidad de recibir visitas de familiares y de cursar estudios a distancia, entre otros.
Los gobiernos israelí y palestino temen que la muerte de alguno de los presos pueda desencadenar una ola de violencia, y están en negociaciones entre ellos y con los internos para acabar con la crisis.
"Se está actuando para poner fin a la crisis tan pronto como sea posible", aseguró Abbas, porque "si alguno sufre algún daño será un desastre que nadie puede permitirse".
Mientras, en Gaza decenas de manifestantes se concentraron hoy frente a las sedes de dos agencias de la ONU y una tercera de la Cruz Roja Internacional para exigir su intervención en defensa de los presos.
Con banderas y pancartas, los manifestantes demandaron que la comunidad internacional presione a Israel, y algunos pintaron sus paredes con eslóganes como el de "Cerrad hasta que las demandas de los presos sean satisfechas".
Los manifestantes también impidieron a los funcionarios acceder a sus puestos de trabajo.
Un comunicado de los organizadores de la protesta advierte que la muerte de sólo uno de ellos será un "desastre para el gobierno israelí y para las organizaciones internacionales que no alzaron su voz" para defenderles.
Por medio de su portavoz en la franja, Ayman Shahabi, la Cruz Roja Internacional dijo entender las demandas de los presos y aseguró que han pedido a Israel "tomar todas las medidas para protegerles y mejorar las condiciones de su detención".
Shahabi explicó que los presos "son supervisados regularmente" por la organización internacional.
