SAN SALVADOR.- El Presidente de El Salvador, Mauricio Funes, consideró este sábado, al inaugurar un programa de radio para interactuar con la población, que la Organización de Estados Americanos (OEA) puede ser garante en un proceso de tregua que iniciaron hace cuatro meses las dos principales pandillas del país.
"El secretario general de la OEA, la comunidad internacional, han comprendido que estamos ante una oportunidad donde se puede cambiar el rumbo de la sociedad. El secretario general puede, porque la naturaleza de su función se lo permite, convertirse en una especie de garante que monitoree el desarrollo y el cumplimiento de este pacto", aseguró Funes.
José Miguel Insulza, secretario general de la OEA, dijo a su vez en un acto simbólico de entrega de armas por parte de integrantes de las pandillas que encabezó en una plaza de San Salvador, que la OEA se compromete "a garantizar este proceso".
"Diremos con mucha franqueza y con mucha claridad lo que está bien y lo que está mal. Tenemos experiencia en eso y esperamos aplicarla acá", afirmó el jerarca en el acto, en el que representantes de las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y Mara 18 (M.18) entregaron 77 armas.
Durante su programa radial denominado "Conversando con el presidente" y que es transmitido los sábados por la Radio Nacional de El Salvador y retransmitido por una treintena de radios privadas, Funes consideró que líderes de MS-13 y M-18 "han comenzado a dar muestras de buena voluntad" para colaborar en reducir la violencia.
Entre el inicio de la tregua, el 9 de marzo, y junio pasado, los homicidios totalizaron 664, contra 1.448 en el mismo lapso de 2011, señaló.
Actualmente, los asesinatos alcanzan a 5,6 por día, en vez de 14 por día antes del comienzo de la tregua.
Los pandilleros se comprometieron igualmente a dejar de atentar contra los trabajadores del transporte colectivo, policías, soldados o guardias de los centros penales, así como a parar el reclutamiento y el asesinato de estudiantes.
En su programa de radio, Funes reiteró que la tregua no fue negociada por su gobierno con las pandillas sino que fue producto de una mediación del vicario militar Fabio Colindres y del ex comandante Raúl Mijango.