En los últimos días, además, distintos medios han señalado que el líder cubano estaría en un delicado estado de salud.
Reuters.BERLÍN.- Según actas desclasificadas recientemente del espionaje alemán y difundidas por el diario "Die Welt", Fidel Castro reclutó en 1962 a ex soldados nazis que sirvieron en las SS para que instruyeran al ejército de Cuba.
Además, la información oficial precisa que no solo buscó a antiguos miembros de las llamadas Waffen-SS, sino también a oficiales del cuerpo de paracaidistas y zapadores, así como técnicos que habían servido en el ejército de Adolf Hitler.
A los potenciales interesados se les ofrecía un sueldo equivalente a 1.000 marcos alemanes de entonces, en moneda cubana, más otros 1.000 marcos en cualquier divisa europea, a transferir a una cuenta del Viejo Continente.
Según esas actas, al menos cuatro antiguos oficiales de las SS respondieron a la oferta, aunque solo hay constancia de que dos de ellos llegaran realmente a Cuba. "Al parecer, el ejército revolucionario cubano no temía el contacto con personas de pasado nazi, si era al servicio de su causa", apunta el director que investiga la historia del BND, Bodo Hechelhammer.
Castro no se limitó a buscar la experiencia de antiguos soldados alemanes que combatieron contra EEUU en la Segunda Guerra Mundial, sino que también pretendió adquirir armas europeas, para lo que recurrió a contactos con la ultraderecha alemana.
Buscando ser un "amigo independiente" de la Unión Soviética
El BND constata el propósito de Cuba de adquirir armas de fabricación belga a través de Alemania occidental, al parecer porque Castro no quería quedar supeditado sólo a suministros soviéticos.
El espionaje alemán tomó constancia de la evolución armamentística de Cuba y de que el régimen comunista había dejado atrás a más tardar en junio de 1962 el equipamiento propiamente defensivo para prepararse para una función de ataque.
Así, el 12 de septiembre de ese año el BND informó a la Cancillería, por entonces ocupada por el conservador Konrad Adenauer, del traslado a la isla de unos 5.000 soldados soviéticos, principalmente técnicos e instructores, a bordo de unos 15 buques.
El espionaje alemán calculó entonces que, a más tardar en noviembre, Cuba iba a estar en disposición de lanzar misiles. La Unión Soviética había desplegado sus misiles de medio alcance en territorio cubano y Estados Unidos, a su vez, se preparaba para una eventual invasión de la isla.