BOGOTÁ- El vicepresidente de Colombia, Angelino Garzón, admitió hoy que está considerando la posibilidad de renunciar por su precaria salud, un día después de revelar que es sometido a radioterapias para luchar contra un cáncer de próstata.
"Soy consciente de que necesito todo el tiempo del mundo para dedicarme a la recuperación de mi salud y la de mi esposa (la española Monserrat Muñoz, también enferma de cáncer)", dijo Garzón a la cadena radial Caracol.
Garzón, que el próximo lunes cumplirá 66 años, dijo que aunque no ha tomado la decisión definitiva sobre su renuncia, afirmó que sabe que si se retira podrá eliminar el estrés propio de las funciones públicas, lo que será bueno para su salud.
"Por lo tanto, yo no descarto presentar mi renuncia al presidente del Senado (Roy Barreras), para que el Congreso tome la decisión de quién debe ser el nuevo vicepresidente de Colombia", expresó.
El ex dirigente sindical dijo que es consciente de que su salud ha sido precaria en los últimos meses, al punto de que ha causado inquietud desde pocas horas después de jurar como vicepresidente.
La primera voz de alarma ocurrió el 9 de agosto de 2010, dos días después de jurar como segundo del Poder Ejecutivo después del presidente Juan Manuel Santos, cuando Garzón sufrió un infarto cardíaco que obligó a los médicos a implantarle cinco puentes coronarios.
A mediados de este año, Garzón fue tratado por una infección en la próstata y cuando estaba hospitalizado sufrió una isquemia cerebral que lo mantuvo por varios días en un coma inducido.
Desde entonces, el vicepresidente ha estado en terapias para tratar de recuperar su capacidad motriz.
Garzón expidió este lunes un comunicado para revelar que le fue diagnosticado un cáncer de próstata, que comenzó a ser tratado desde la semana pasada con 39 sesiones de radioterapia.
"El más interesado en la salud de Angelino Garzón y de su esposa Monserrat Muñoz es Angelino Garzón", dijo el vicepresidente, al recordar que hace pocos días su cónyuge fue sometida a una cirugía para la extirpación de un riñón y parte de la vejiga por un cáncer.
"El lunes cumplo 66 años y necesito tranquilidad espiritual y material para estar muy dedicado a mi recuperación y la de mi esposa", sostuvo.
Tras la isquemia cerebral que lo dejó con problemas de motricidad, se abrió en el país una polémica sobre si Garzón está con plenas facultades para afrontar una eventual sucesión temporal o definitiva del jefe de Estado.
La controversia se acentuó a comienzos de este mes, cuando Santos, de 61 años, fue sometido a una cirugía para la extirpación de un cáncer de próstata, de la cual aún convalece.
El Senado ordenó entonces un examen médico a Garzón para determinar si está en buenas condiciones de salud, pero el vicepresidente se negó con el argumento de ese era "un golpe a la democracia" y que él no tenía ninguna intención de remplazar al jefe de Estado.
Santos escogió a Garzón como compañero de fórmula a la vicepresidencia por la estrecha amistad que los une desde el gobierno del presidente Andrés Pastrana (1998-2002), cuando el primero fue ministro de Hacienda y el segundo de Trabajo y Seguridad Social.