LA PAZ.- El presidente de Bolivia, Evo Morales, y varias autoridades de su gobierno expresaron hoy su optimismo sobre la eventual despenalización del acullicu o masticado de hojas de coca, una decisión que tomará esta semana la Convención de Naciones Unidas sobre Estupefacientes.
En un acto público con productores de coca de La Paz, Morales pidió que se prepare una reunión para informar "los detalles de la victoria" que lograría el país cuando la Convención, reunida en Viena entre el 8 y 10 de enero, apruebe "la reserva" sobre la coca.
"Vayan organizando una gran concentración para informar en detalle cómo hemos ganado la batalla internacional para legalizar el pijcheo (acullico) de hoja de coca", dijo el Mandatario según un reporte divulgado hoy por el canal oficial de televisión BoliviaTV.
Bolivia, que está desde julio del año pasado fuera de esa Convención de la ONU, busca su readmisión pero con una "reserva": despenalizar el masticado de coca. Para ello se requiere el apoyo de los 184 países miembros.
El masticado de coca tiene veto de la Convención debido a que el arbusto contiene alcaloides que sirven como base para elaborar la cocaína.
"Estamos optimistas (...) hay una conciencia mayoritaria a nivel de los representantes de Estados, en sentido de las características de la cultura milenaria en nuestro país está asociada a los diferentes usos de la coca", dijo hoy el ministro boliviano de Gobierno Carlos Romero.
El viceministro boliviano de la Coca, Dionicio Núnez, también exteriorizó su optimismo, aunque anticipó que si Bolivia no logra volver a la Convención con la "reserva" hará una campaña internacional para promover la idea de que "la coca en estado natural no es droga".
Núñez dijo que si la respuesta es negativa, la ayuda antidroga que recibe Bolivia no se reducirá porque están vigentes tratados y acuerdos suscritos sobre la base de responsabilidad compartida.
Hasta la pasada semana, el pedido de Bolivia para despenalizar el masticado de las hojas de coca en la Convención de Naciones Unidas sobre Estupefacientes había sido rechazado formalmente por Estados Unidos, Inglaterra y Suecia.
En noviembre, el representante en Bolivia de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), Cesar Guedes, dijo que el país enfrentará "dificultades" si no logra retornar a la Convención sobre Estupefacientes.
"Si más de un tercio de los (184) Estados miembros se oponen, se crearían dificultades para Bolivia", remarcó entonces el funcionario diplomático.
Las autoridades diplomáticas bolivianas han desarrollado una campaña internacional para que la Convención acepte la "reserva" y el masticado de coca sea reconocido en el ámbito internacional. El presidente Evo Morales se mostró optimista en declaraciones recientes respecto a la probable despenalización del consumo tradicional de coca.
El gobierno de Bolivia aún no tiene cifras oficiales de la cantidad de gente que mastica coca ni de los ciudadanos que la utilizan con fines medicinales. La Unión Europea financió un estudio sobre este tema, cuyos resultados aún no han sido publicados.
Este estudio es clave para aprobar otra ley antidroga que aumentará de 12.000 a 20.000 hectáreas el límite de cultivos de coca en los Yungas de La Paz y en otras regiones de Bolivia.
En el país se producen en la actualidad 27.200 hectáreas de coca, según el informe de 2011 de la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito.