El accidente se habría originado tras caer una bengala al camión transportador de los cohetes.
APTLAXCALA.- Al menos trece personas murieron y 154 resultaron heridas luego del estallido de material pirotécnico que era transportado en una camioneta para usarlo en una celebración religiosa en un poblado mexicano de Tlaxcala, según informó el gobierno estatal.
"Ya son 13 personas los que fallecieron" y se reportaron al menos 154 lesionados, de los cuales "se han dado de alta (de los hospitales) más de 80" señaló a la prensa el gobernador del pueblo, Mariano González Zarur.
Al momento de la explosión, murieron nueve personas. Las otras cuatro víctimas fallecieron mientras recibían atención médica o eran trasladadas a hospitales.
Las autoridades no han ofrecido detalles sobre las cerca de 70 personas que siguen recibiendo atención médica, sólo se ha trascendido que cuatro, al parecer menores de edad, presentan quemaduras de gravedad.
Los lesionados han sido trasladados por tierra y aire a clínicas de Tlaxcala y del vecino estado de Puebla, de acuerdo con reportes de cuerpos de emergencia locales.
El gobernador González Zarur declaró tres días de luto en todo el estado por esta tragedia.
El Presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, expresó su pesar por la tragedia y ofreció el apoyó del gobierno federal. "Lamento el terrible accidente sucedido en Tlaxcala. Mi pésame a los familiares de los fallecidos", escribió el Mandatario en su cuenta oficial de Twitter.
Según las investigaciones realizadas por la policía local y cuerpos de protección civil, la explosión ocurrió cuando en plena procesión religiosa en honor a 'Jesusito', patrón del pueblo, una de las bengalas que lanzaban pobladores cayó justo en una camioneta en la que se transportaban otros fuegos pirotécnicos.
El vehículo estalló y escupió los cuerpos de las personas que se encontraban más cerca.
El obispo de Tlaxcala, Francisco Moreno, se trasladó al lugar de la explosión, que recorrió con vecinos del lugar. "Dios mío, esto es una tragedia", exclamó visiblemente consternado a reporteros.
Vecinos del poblado, de unos 1.000 habitantes, indicaron que entre las víctimas había un bebé y que algunos cuerpos fueron lanzados por la fuerza del impacto hacia un canal cercano de aguas negras.