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Santiago: Miércoles 11 de diciembre del 2024 | Actualizado 18:16
BANGUI.- La oposición de la República Centroafricana (RCA) anunció que suspende su participación en el Gobierno de unidad formado el pasado domingo por el nuevo Presidente autoproclamado del país, Michel Djotodia, jefe del grupo rebelde Seleka que dio un golpe de Estado hace 9 días.
"Nos hemos reunido y hemos visto que hay varias imperfecciones en la composición del nuevo equipo", declaró hoy uno de los miembros de la oposición democrática del país, Joseph Bendounga, nombrado en el Gobierno de unidad de Djotodia ministro de Ganadería.
"No se ha respetado la cuestión de la representatividad de las regiones del país ni de las clases políticas. En general, el Gobierno no es equilibrado, por lo que la oposición democrática ha juzgado necesario suspender la participación de sus miembros en el nuevo equipo", explicó Bendounga.
Por otra parte, la oposición instó a que se lleve a cabo un reajuste en la distribución de las carteras ministeriales, aunque apuntó que no abandona el proceso de paz en el que está inmerso el país desde enero pasado.
"No hemos abandonado el proceso de paz ni saboteado el acuerdo de paz de Libreville. Simplemente suspendemos la participación de nuestros miembros en el Gobierno, a la espera de explicaciones por parte del primer ministro y de Djotodia", señaló Bendounga.
En el nuevo Gobierno formado el pasado domingo, predominan en el Gabinete de 34 ministros los miembros de la coalición rebelde Seleka, que controlan nueve carteras clave, entre ellas Economía, Interior, Justicia y Defensa, Ministerio este último en manos del autoproclamado presidente y jefe rebelde Djotodia.
Mientras, la oposición democrática controla sólo 8 ministerios, la sociedad civil 16 y el partido del presidente depuesto, Françoise Bozize, uno.
Este Gobierno de transición tendrá una duración de tres años, tras los cuales deben convocarse elecciones generales.
El pasado 24 de marzo, los rebeldes de Seleka tomaron el control de Bangui, acabando así con diez años de poder del presidente Bozize, que abandonó precipitadamente la capital con rumbo a Camerún, país vecino desde donde ha pedido asilo a Benin.
En enero, comenzó en Gabón un proceso negociador entre el Gobierno centroafricano y Seleka, que culminó con la firma de unos acuerdos de paz el día 11 de ese mes y que contemplaban un alto el fuego y una transición de un año con un Gobierno de unidad nacional que no satisfizo las exigencias de los rebeldes.
Los insurgentes retomaron las armas el pasado marzo, tras dar un ultimátum a Bozizé para cumplir varias reivindicaciones -retirada de tropas extranjeras del país y liberación de presos políticos, entre otras- que expiró el día 20 de ese mes, y avanzaron hasta Bangui.
La coalición Seleka, compuesta por cuatro grupos rebeldes, se alzó en armas en el norte del país el pasado mes de diciembre al considerar que Bozizé no había respetado unos acuerdos de paz firmados en 2007.
Estos tratados contemplaban -entre otros asuntos- la integración de combatientes rebeldes en el Ejército centroafricano, la liberación de una serie de presos políticos, y el pago a los milicianos sublevados que optaran por el desarme.
