Benjamin Netanyahu explicó gráficamente ante la ONU su política de ''no más allá'' ante el desarrollo nuclear iraní.
ReutersJERUSALÉN.-Israel se arriesga a perder su credibilidad sobre su "línea roja" para el programa nuclear iraní y sobre su propia amenaza de emprender una acción militar contra la República Islámica, mientras que se reduce su espacio para realizar una maniobra unilateral.
Así, años de advertencias sobre una posible intervención militar, remarcadas por el célebre "ultimátum" planteado por el Primer Ministro Benjamin Netanyahu en septiembre del 2012 podrían quedar en un indefinido compás de espera.
El jefe de Gobierno israelí advirtió entonces que Teherán no debe acumular suficiente uranio de una pureza fisionable -disponible para fabricar bombas-. Para hacer gráfica la idea, trazó una línea roja en un dibujo de una bomba, lo que le garantizó titulares de prensa en todo el mundo.
No obstante, un respetado ex espía israelí afirma que Irán ha soslayado hábilmente ese desafío.
Otras voces influyentes consideran que ya pasó el momento en que Israel podría haber atacado a Irán por sí solo, lo que ha dejado al Estado judío dependiente de las decisiones de Washington.
"Si había una buena ventana de oportunidad para atacar fue hace seis meses, no necesariamente hoy", declaró Giora Eiland, un ex asesor de seguridad nacional israelí.
Funcionarios en servicio reconocen que las reiteradas advertencias de Netanyahu sobre la amenaza que representa el proyecto nuclear de Irán han ayudado a aplicar sobre Teherán algunas de las más duras sanciones económicas jamás impuestas sobre un país.
Cuestionamientos
Pese a ello, otros especialistas han cuestionado la sabiduría de plantear la política de "línea roja".
"Hoy se puede decir que los iraníes ya han cruzado la línea roja establecida por Netanyahu en la asamblea de la ONU", sostuvo Amos Yadlin, un ex jefe de inteligencia militar que encabeza el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional basado en Tel Aviv.
La oficina de Netanyahu declinó responder a los comentarios de Yadlin y observó que en recientes declaraciones, el Primer Ministro ha dicho que Irán "continúa acercándose a la línea roja".
Teherán, que ha llamado a la destrucción de Israel, niega que exista algún componente militar en sus actividades nucleares y asegura que ésta está enfocada sólo en necesidades energéticas civiles y responde que Israel es la verdadera amenaza, pues posee el único arsenal nuclear de Oriente Medio.
Al mismo tiempo, existe creciente escepticismo en círculos diplomáticos sobre la viabilidad de dicha opción. Los enviados extranjeros dudan que el poderío militar israelí pueda hacer mucho daño a las instalaciones nucleares bien fortificadas de Irán.
"Si no pasó nada el año pasado, me cuesta ver porqué va a suceder este año", declaró un alto diplomático en Tel Aviv, que habló bajo condición de anonimato.