JERUSALEN.- Israel busca convencer al Presidente sirio Bashar al-Assad de que sus recientes ataques aéreos cerca de Damasco no trataban de debilitarlo ante una rebelión que dura más de dos años.
Funcionarios del Estado judío aseguran que Israel es reacio a tomar partido en la guerra civil de Siria por temor a que sus acciones impulsen a los islamistas que son incluso más hostiles a Israel que la familia Assad, que ha mantenido un estancamiento estable ese país.
Sin embargo, Israel advertió en repetidas ocasiones que no permitirá que el movimiento chií Hezbollah, aliado del Mandatario sirio, reciba armas de alta tecnología.
Fuentes de inteligencia aseguraron que las fuerzas israelíes atacaron el viernes y el domingo almacenes de misiles de procedencia iraní que estaban a la espera de ser transferidos al grupo guerrillero del Líbano.
Siria acusó a Israel de actitud beligerante para apoyar a los mal armados rebeldes anti-Assad, una acusación que negó este lunes el veterano legislador israelí Tzachi Hanegbi, un hombre de confianza del Primer Ministro Benjamin Netanyahu.
En una entrevista en Radio Israel, Hanegbi dijo que el Gobierno de Netanyahu quiere evitar "un incremento de la tensión con Siria dejando claro que si hay actividad, es sólo contra Hezbollah, no contra el régimen de Siria".
Hanegbi señaló que Israel no había reconocido formalmente los ataques aéreos en un intento de permitir a Assad salvar su imagen, y añadió que Netanyahu comenzó una visita programada a China el domingo en una señal de normalidad.