Los hermanos Ariel, Oneil y Pedro J. Castro fueron acusados de cometer el secuestro de las tres mujeres.
EFEWASHINGTON.- Estados Unidos continuaba hoy atónito ante la historia de las tres jóvenes desaparecidas hace una década que fueron halladas con vida el lunes en una casa en Cleveland, Ohio, en un día en que se conocieron nuevos detalles de su odisea y se esperaba la inminente acusación de tres sospechosos de su secuestro.
Según informaron las autoridades, Ariel Castro, un ex conductor de autobuses escolares de 52 años y dueño de la casa donde se hallaban las mujeres y una niña pequeña, permanecía hoy arrestado junto con dos de sus hermanos, Pedro y Oneil, de 50 y 54 años.
Los medios publicaron hoy las fotografías de los tres detenidos, contra quienes se presentará una acusación formal en las próximas horas.
"Vamos a presentar los cargos contra esos sospechosos. Creemos que tenemos a los responsables", dijo el subjefe de la policía local, Ed Tomba, en rueda de prensa en Cleveland, sin revelar sin embargo detalles de la acusación.
Las tres mujeres -Amanda Berry, Gina DeJesus y Michelle Knight- fueron halladas por la policía el lunes, después de que Berry lograra huir de la casa donde habían permanecido retenidas.
"Fui secuestrada y he estado desaparecida diez años y aquí estoy, estoy libre ahora!", aseguró en una desesperada llamada al número de emergencias 911, según la grabación hecha pública por la policía.
Nerviosa ante las preguntas de su interlocutor acerca de qué ropa llevaba puesta el secuestrador, grita con frustración: "No lo sé, porque no está aquí ahora y por eso me pude escapar!"
Cuando el operador de la policía le dice que los agentes estarán allí cuanto antes, Berry añade en medio de lágrimas y con temor: "Los necesito ahora, antes de que vuelva".
Junto a las mujeres se encontraba una niña de seis años que, según confirmó hoy la policía, es probablemente hija de Berry. Los agentes no dieron detalles sobre la identidad de su padre.
Tras ser tratadas en el hospital, todas las víctimas han recibido ya el alta en vista de que su salud, teniendo en cuenta las circunstancias, es buena.
"Normalmente estas historias acaban de otra manera, así que nos alegramos por ellas", dijo el doctor Gerald Maloney, del centro de urgencias del hospital donde fueron atendidas.
El jefe de la policía, Michael McGrath, advirtió por su parte llevará empezar a hilvanar todos los datos sobre las mujeres secuestradas y las circunstancias en las que fueron retenidas todos estos años.
"Hay diez años de información logística que tienen que ser analizados", dijo.
Berry, que ahora tiene 27 años, permanecía desaparecida desde abril de 2003. A la joven de origen puertorriqueño DeJesus, que ahora tiene 23 años, se le perdió la pista en 2004 y Knight, actualmente de 32 años, desapareció en 2002.
Las mujeres estaban en lo que parecía ser una casa de madera normal de un barrio hispano en la ciudad del norte de Ohio, a menos de un kilómetro de distancia de donde viven las familias de Berry y DeJesus. Se desconocen más datos sobre Knight.
Los casos de Berry y DeJesus tuvieron amplia cobertura mediática, se hicieron vigilias en sus casas y pósters, fotos y artículos en la prensa local mantenían viva la memoria de ambas, y por eso, cuando Berry escapó y pidió ayuda, un vecino la reconoció y la ayudó.
Justamente el mes pasado un canal de televisión local emitió una historia sobre los diez años de la desaparición de Berry. Y hace dos semanas, las familias habían hecho una vigilia en el barrio, informó el concejal de Cleveland Brian Cummins en una entrevista con CNN.
Charles Ramsey, que vivía al lado de la casa, relató que estaba comiendo cuando oyó los gritos de Berry y vio su brazo haciendo gestos a través de un hueco en la puerta. "Se estaba volviendo loca tratando de salir", dijo Ramsey al canal local ABC NewsNet 5.
Corrió al porche delantero pero la puerta estaba bloqueada, así que la tiró abajo. Cuando Berry finalmente pudo salir, estaba con una niña. Ramsey llamó al 911 y dijo que hablaba en nombre de Amanda Berry. "Pensé que estaba muerta", dijo después de una pausa.
Los vecinos aseguraron no haber notado nunca nada raro en la casa. Ramsey afirmó que "no había ningún indicio de que hubiera alguien más en la casa" cuando hacían picnics en el patio trasero con el vecino. "Estuve de barbacoa con ese tipo", añadió.
Varios medios publicaron hoy una fotografía en la que se ve a Berry en el hospital abrazando a una de sus hermanas y una niña pequeña.
También la tía de DeJesus aseguró a los medios que la joven se encontraba bien y había reconocido a los suyos.
"Gina está bien, todas las muchachas están bien, gracias a Dios", dijo Sandra Ruiz en declaraciones en español a cámaras de televisión desplazadas hasta Cleveland.
Según explicó, DeJesus fue capaz de reconocer a toda su familia. "Ella conocía a todos, sabía quién era mami, quién era papi, quién era su tía", relató.
"Esto es un milagro", se asombraba Ruiz, quien pidió a los medios que respeten la intimidad de las familias en estos momentos. "Tenemos que darles tiempo para que puedan respirar".
También el alcalde de Cleveland, Frank Jackson, pidió a los medios que les den "espacio" a las jóvenes y sus familias para superar estas vivencias "traumáticas".
Con todo, "la pesadilla ha terminado", se felicitó el agente especial del FBI Steven Anthony.
Aunque todavía quedan muchas preguntas por responder, "ahora empieza la curación" de las heridas, afirmó.