Basha Al Assad.
AFPDAMASCO.- El presidente de Siria, Bashar Al Assad, advirtió que Occidente podría lanzar una guerra contra su país, en una entrevista difundida hoy por la agencia estatal de noticias argentina Télam, poco después de que Washington criticase los envíos de armas por parte de Rusia al régimen sirio.
"Las acusaciones contra Siria respecto al uso de armas químicas o a mi dimisión cambian cada día. Y es probable que esto se use como preludio de una guerra contra nuestro país", declaró Al Assad en entrevista con Télam.
"No descarto una guerra de Occidente contra Siria", remarcó el presidente, que aseguró que nunca cederá a la exigencia "inadmisible" de sus opositores de renunciar, aunque reafirmó estar dispuesto a negociar una salida al conflicto que azota desde hace dos años a su país, con decenas de miles de muertos.
La entrevista con Al Assad se dio a conocer horas después de que el jefe de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, Martin Dempsey, criticase los envíos de armas por parte de Rusia al régimen de Al Assad.
La decisión de Moscú de enviar misiles antibuque a Siria prolongará el sufrimiento en el país, dijo Dempsey a periodistas en el Pentágono. "Al menos se trata de una decisión desafortunada, que alentará al régimen y prolongará el sufrimiento", indicó. "Llega a deshora y es muy lamentable". Según la prensa, los misiles están equipados con sistemas de radares muy desarrollados, permitiendo que sean usados en la implementación de una zona de bloqueo a Siria.
Entretanto, en la entrevista con Télam, Al Assad aseguró que "Occidente miente y falsifica pruebas para desatar guerras, esa es su costumbre". "Dijeron que usamos armas químicas contra zonas residenciales. Ahora, si fuesen usadas sobre una ciudad o suburbio con un saldo de diez o veinte víctimas ¿sería creíble? Su uso significaría la muerte de miles o decenas de miles de personas en cuestión de minutos. ¿Quién podría ocultar semejante cosa?", remarcó el mandatario en la entrevista.
Al Assad se manifestó sin embargo dispuesto a concurrir a una conferencia internacional que organizarían Estados Unidos y Rusia en Ginebra para resolver el conflicto en Siria, pero con la exigencia de que los opositores abandonen la lucha armada. "Hemos acogido bien el acercamiento ruso-estadounidense, pero debemos ser realistas: no creemos que muchos países occidentales quieran efectivamente una solución en Siria", señaló a Télam.
"Nosotros siempre optamos por dialogar con cualquier parte que lo quiera hacer, pero esto no incluye a los terroristas, ningún Estado dialoga con terroristas", aclaró, al considerar "irreal" la "confusión en el mundo de que una conferencia política detendrá el terrorismo sobre el terreno".
También el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Guido Westerwelle, manifestó hoy su escepticismo sobre las perspectivas de éxito de la conferencia sobre Siria de Ginebra. "Esta conferencia internacional va a ser muy difícil", declaró Westerwelle durante una visita a los territorios palestinos. El ministro alemán duda de que sea posible sentar en una mesa a las fuerzas beligerantes de una sangrienta guerra civil que ha causado ya 80.000 muertos.
Entretanto, en la provincia de Hama los rebeldes lograron hacerse con el control de varias localidades de mayoría alauita, la rama chiita a la que pertenece Al Assad. Las tropas gubernamentales y los rebeldes luchaban desde hace semanas en la zona. El avance de los rebeldes, principalmente sunita, provocó un éxodo de los pueblos a las afueras. La organización opositora Coalición Nacional Siria advirtió también sobre el peligro de una "inminente masacre" en las localidades de Halfaya y Akrab, en la provincia de Hama.
Las tropas del gobierno habrían cercado las dos poblaciones, que fueron bombardeadas durante los últimos nueve días, y habrían cortado todas las comunicaciones telefónicas. Según la Coalición, con sede en Estambul, mujeres y niños de Halfaya intentan desesperadamente huir en barcos pesqueros sobre el río Orontes. A primera hora de la tarde se informó de disparos de artillería en Halfaya.
Por otro lado, en la provincia de Homs las tropas antigubernamentales mataron a diez combatientes de Hizbollah e hirieron a otros ocho integrantes de esta milicia libanesa. La muerte de los integrantes de la milicia chiita libanesa, que apoya al régimen de Al Assad, se produjo durante un enfrentamiento cerca de la localidad de al Kusair, en la provincia de Homs, aseguraron miembros de los grupos revolucionarios sirios.
En esa misma provincia, el Comité Revolucionario de Homs denunció que los milicianos del régimen mataron a doce personas y quemaron sus cadáveres.
Además, medios cercanos al gobierno informaron del presunto secuestro del padre del viceministro de Exteriores sirio, Faisal al Mekdad. Madshud al Mekdad, de 80 años, habría sido secuestrado por hombres armados en su casa de Ghasam, en la provincia de Hama. El vicepresidente de Exteriores Al Mekdad es uno de los políticos a los que el régimen de Al Assad recurre cuando quiere mostrar la imagen de una Siria abierta y moderna.