Un centenar de personas se reunió en la entrada de la iglesia Saint-Agnes en homenaje de las víctimas del accidente.
ReutersMONTREAL.- Las campanas de la iglesia Saint-Agnes de la localidad canadiense de Lac-Mégantic resonaron 50 veces a las 14.00 horas (GMT) de este sábado en homenaje a los 50 muertos y desaparecidos del accidente ferroviario ocurrido allí hace una semana.
Un centenar de personas se reunió en la entrada de la iglesia, que domina el centro de la ciudad arrasada el sábado pasado por la explosión de 72 vagones cisternas repletos de petróleo, antes de guardar un minuto de silencio.
Velas, mensajes de apoyo, fotos de los desaparecidos, dibujos hechos por niños y flores se encontraban en abundancia en la iglesia.
La ceremonia de homenaje a las víctimas comenzó el viernes por la tarde en unos 60 municipios de Québec y de otros lugares de Canadá.
En Montreal unas 200 personas se congregaron ante la basílica de Notre-Dame.
"Vengo a apoyar a la gente que vive el duelo allá. El material y todo eso se vuelve a comprar y se reconstruye pero las vidas humanas que se perdieron ahí, es una locura, es una locura. No podemos volver a vivir algo así", dijo Nathalie Bolduc.
"Es sobre todo un sentimiento de solidaridad porque lo que ocurrió en Lac-Mégantic, según sabemos, podía haberse producido en cualquier otro lugar", declaró el alcalde interino de Montreal, Laurent Blanchard. "En este sentido todos somos de Lac-Mégantic desde hace una semana", continuó.
Otros actos tuvieron lugar en el país, desde la provincia de Ontario (este) a Ottawa y Toronto, así como en Manitoba (oeste).
En Boucherville, 18 kilómetros al este de Montreal, un centenar de personas marchó el viernes a través del largo camino de hierro con una vela en la mano.
Se han previsto además diversos espectáculos en solidaridad con las víctimas, tanto en Lac-Mégantic este sábado como el miércoles en Montreal.
Un convoy sin conductor de 72 vagones cisterna que contenían 100 toneladas de petróleo cada uno descarriló en la pequeña ciudad turística de Lac-Mégantic, 250 km al este de Montreal, provocando una gigantesca explosión que arrasó el centro de la ciudad y acabó con una treintena de edificios.
La Cruz Roja anunció haber recaudado más de 3,3 millones de dólares de donaciones con material de emergencia, desde comida hasta artículos de primera necesidad.
El Ejército de salvación recibió por su parte cuatro toneladas de provisiones alimentarias para ayudar a los habitantes que perdieron sus casas y su alojamiento durante la catástrofe.
La Oficina de Seguridad de Transporte de Canadá (BST) calificó el accidente como "la peor tragedia ferroviaria de la historia de Canadá".