AFP
RÍO DE JANEIRO.- El Papa Francisco, que enfrenta el desafío de revitalizar la Iglesia, pidió este viernes a cientos de miles de jóvenes católicos que lo aclamaron en la playa de Copacabana conservar la fe pese a los malos sacerdotes.
"Jesús se une a tantos jóvenes que han perdido su confianza en las instituciones políticas porque ven egoísmo y corrupción, o que han perdido su fe en la Iglesia, e incluso en Dios, por la incoherencia de los cristianos y de los ministros del Evangelio", dijo el Papa en un discurso, al terminar de presidir el Via Crucis celebrado en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
"¡Cuánto hacen sufrir a Jesús nuestras incoherencias!", exclamó el Pontífice ante una multitud de peregrinos.
"En la Cruz de Cristo está el sufrimiento, el pecado del hombre, también el nuestro, y Él acoge todo con los brazos abiertos, carga sobre su espalda nuestras cruces y nos dice: ¡Ánimo! No la llevas tú solo", añadió Francisco.
El primer Papa latinoamericano de la historia, entronizado en marzo, enfrenta el desafío de renovar una Iglesia en crisis tras escándalos de corrupción y pedofilia, y de frenar la sangría de fieles mientras crecen las iglesias pentecostales y el laicismo.´
Francisco cumplió al pie de la letra su prédica de sacar la Iglesia a la calle, paseándose también en la mañana por el centro de Rio en la primera mañana sin lluvia desde hace varios días.
En la noche, el Papa presidió el Via Crucis, el camino de la Cruz, que representa los diferentes momentos vividos por Jesús desde que fue detenido hasta su crucifixión, y en la cual participaron 280 actores y voluntarios, un clásico.
Camping en Copacabana
La anulación de dos grandes eventos en un gran "Campus Fidei" (campo de fe) en Guaratiba, a 60 km al oeste de Rio, a causa de las lluvias torrenciales de los últimos días, provocó cuestionamientos a la organización de la JMJ.
El propio alcalde de Rio, Eduardo Paes, atribuyó una "nota cerca de cero" a la organización, considerada como el gran test para la ciudad que acogerá partidos de la Copa del Mundo de fútbol en 2014 y los Juegos Olímpicos en 2016.
En vez de peregrinar hacia Guaratiba a lo largo de 13 km, finalmente los jóvenes peregrinarán 9,5 km del centro de la ciudad hasta Copacabana el sábado. Luego dormirán en la playa de Copacabana, y no en el Campus Fidei, en una vigilia en la que el Papa rezará una oración.
El domingo, la misa de clausura de la JMJ también fue trasladada a Copacabana, mientras en Guaratiba, el enorme y costoso altar circular que se construía desde enero para la ocasión quedó convertido en un enorme elefante blanco.