El Papa Francisco es conocido en Argentina como el ''cardenal de los pobres'' por su estilo de vida austero.
EFERIO DE JANEIRO.- El Papa Francisco pidió el sábado al clero que se aventure fuera de la comunidad de las iglesias y se adentre en la periferia para servir a los más pobres y necesitados.
"No podemos quedarnos enclaustrados en la parroquia, en nuestra comunidad, cuando tantas personas están esperando el Evangelio", dijo el pontífice argentino durante un sermón en la catedral de Río de Janeiro, en el penúltimo día de su visita a Brasil.
Desde su elección en marzo como el primer Papa no europeo en 1.300 años, Francisco ha instado a los curas, monjas y obispos a pensar menos en sus carreras y escuchar más los gritos de los hambrientos de necesidades tanto materiales como espirituales.
"No es un simple abrir la puerta para acoger", dijo, "sino salir por ella para buscar y encontrar".
Conocido en Argentina como el "cardenal de los pobres" por su estilo de vida austera y visitas a los barrios más humildes, Francisco instó al clero a asumir riesgos.
"Es en las 'favelas', en los 'cantegriles', en las 'villas miseria' donde hay que ir a buscar y servir a Cristo", añadió, citando a la fallecida Madre Teresa de Calcuta.
Y Francisco ha predicado con el ejemplo en el Vaticano, donde rechazó la lujosa residencia de sus predecesores en el Palacio Apostólico para instalarse en un pequeño cuarto de una casa de huéspedes y come a menudo con los demás religiosos.
En algunas de sus primeras salidas fuera del Vaticano fue hasta los más necesitados. Poco después de su elección visitó una cárcel de menores y en su primer viaje fuera de Roma voló hasta la isla de Lampedusa para homenajear a los inmigrantes ahogados en su intento por alcanzar las costas de Italia.
Más de un millón de personas dieron una eufórica bienvenida al Papa argentino desde su llegada el lunes a Río de Janeiro para la Jornada Mundial de la Juventud, un festival religioso.
En su sermón en la moderna catedral de Río de Janeiro, un templo con forma de cono, Francisco instó a los curas y monjas a ir a contracorriente.
"Pensemos con decisión en la pastoral desde la periferia, comenzando por los que están más alejados, los que no suelen frecuentar la parroquia", dijo. "También ellos están invitados a la mesa del Señor".