SANTIAGO.- Las cajas negras del tren accidentado en Santiago de Compostela revelaron que la máquina viajaba a 192 kilómetros por hora, pero se accidentó a 153 km/h tras activarse un freno momentos antes de la tragedia que dejó 79 fallecidos.
Según los audios indicaron también que el maquinista Francisco José Garzón hablaba por teléfono, presuntamente con un controlador ferroviario, al momento del accidente, según "El Mundo".
Fue durante esa conversación que el conductor del tren sacó un especie de mapa para consultar la vía que debía tomar, tras las indicaciones del controlador.
"El maquinista estaba hablando por teléfono con personal de Renfe -la operador pública ferroviaria española- que parece ser un controlador, en el momento del accidente", informó el Tribunal Superior de Justicia de Galicia tras analizar las cajas negras del convoy.
"Del contenido de la conversación y por el ruido de fondo parece que el maquinista consulta un plano", agregó.
El conductor quien salvó su vida en el siniestro, se encuentra en libertad provisional acusado de múltiples cargos de homicidio por imprudencia.
El traspaso de datos de las cajas negras del tren que descarriló el pasado 24 de julio en Santiago de Compostela, la capital de la región de Galicia, concluyó tras cinco horas de trabajo, un proceso en el que hubo un ligero retraso por la práctica de una nueva diligencia.
El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de la ciudad, Luis Aláez, ordenó la realización de copias de seguridad del contenido de las cajas, según fuentes próximas a la investigación.
Se han extraído tanto datos técnicos como de voz, y se ha hecho una transcripción de las conversaciones en tiempo real, señalaron las mismas fuentes consultadas.
En un primer momento el juez se reunió con personal de la Policía Científica para definir los pasos a seguir para el volcado de la información de las cajas negras.
A continuación, el titular del juzgado, la secretaria judicial y el fiscal se reunieron con la policía científica, judicial, técnicos de Renfe, y la empresa gestora de las líneas Adif y técnicos de la Comisión de Investigación del Ministerio de Fomento para analizar la forma en que se iba a acceder a la información y comprobar que todas las partes estaban de acuerdo.
Una vez recibidas las especificaciones técnicas de las cajas negras y de realizar una prueba se procedió al volcado de información de manera que quedase totalmente garantizada la integridad y fiabilidad del contenido.
Para ello, los datos fueron extraídos en un lápiz de memoria aportado por el juzgado y posteriormente se hicieron copias autentificadas con firma digital.
Los vagones y las máquinas se encuentran custodiados por la policía en una nave semidescubierta a unos veinte kilómetros de Santiago de Compostela.
Hasta que se completen las inspecciones oculares no serán retirados los vagones y todavía está pendiente el acceso a pequeñas zonas cerradas por hierros que hay que cortar, apunta el Tribunal Superior, que señala que existe "la posibilidad de que se trasladen perros para realizar una última inspección de los restos".