La ONG acusa que ''los abortos ilegales enriquecen a una cierta mafia que se aprovecha de eso''.
El MercurioMONTEVIDEO.- A diferencia de lo que pasa con otros problemas sociales, los gobiernos de América Latina y el Caribe niegan de forma "sistemática" la existencia del problema del aborto, sobre todo para no enfrentarse con la Iglesia Católica, según la principal ONG regional dedicada a la salud reproductiva.
El aborto será uno de los puntos en los que harán hincapié los grupos sociales participantes en la I Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo, que se inaugura este lunes en Montevideo, afirmó hoy Sandra Castañeda, representante de la Red de Salud de las Mujeres de América Latina y el Caribe.
Castañeda es una de las líderes de las cerca de 80 organizaciones de la sociedad civil que se encuentran ya en la capital uruguaya para la cita regional y que este domingo se reunieron durante toda la jornada para fijar una posición conjunta que presentarán en la reunión en forma de declaración.
La ONG a la que representa Castañeda opina que el embarazo adolescente y la mortalidad materna son dos de las principales preocupaciones de ese colectivo, pero donde mayores obstáculos dicen encontrar es en el tema de la interrupción del embarazo.
"Hay una negación sistemática porque creen que eso genera un conflicto social y porque definitivamente eso toca directamente a la jerarquía de la Iglesia Católica, que es muy poderosa en América Latina", afirmó.
La activista lamentó la cantidad de "muertes en abortos clandestinos" que se producen anualmente en la región y recordó que las mujeres abortan y se mueren porque se realizan" ese tipo de prácticas en esas "condiciones inseguras", es decir, es una realidad contrastada.
"Si esas cosas están sucediendo por qué el aborto está tan desvinculado de la mirada de las sociedades" y "no es objeto de conversación ni de diseño de políticas públicas", se preguntó.
Además, advirtió que los abortos ilegales "lo único que hacen es enriquecer a una cierta mafia que se aprovecha de eso" y recordó que en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, desarrollada en El Cairo en 1994 y cuyos alcances serán analizados esta semana en Montevideo, "el aborto estaba en el programa de acción".
"Lo que pasa es que los gobiernos no quieren hablar directamente del tema porque "puede generar muchos ruidos y muchas olas que impiden la gobernabilidad de los países", se quejó.
En su opinión, el ejemplo de Uruguay "es muy clave", porque el país acaba de legalizar el aborto gracias a que "es quizás de los más laicos de la región" y tiene "una división clara entre la Iglesia y el Estado".
Además de Uruguay, solamente en Cuba y en el Distrito Federal mexicano las mujeres pueden abortar de forma gratuita y libre; en el primer caso antes de las diez semanas y en los dos últimos antes de la semana duodécima.
En el extremo opuesto Castañeda colocó a Chile, República Dominicana, Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador y Haití", donde la interrupción del embarazo está "totalmente prohibida".