ANKARA.- El Primer Ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, condenó enérgicamente la represión lanzada en Egipto contra partidarios del depuesto Presidente Mohamad Mursi y denunció la acción como "una muy grave matanza".
El jefe de Gobierno turco pidió que el Consejo de Seguridad de la ONU se reúna para analizar la situación en ese país.
"Se trata de una muy grave matanza contra el pueblo egipcio que manifestaba en paz", afirmó Erdogan, en declaraciones a la prensa en el aeropuerto de Ankara.
"El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debe reunirse rápidamente para discutir sobre la situación en Egipto", agregó.
El Primer Ministro también criticó lo que consideró como "hipocresía" de la comunidad internacional, que no se ha pronunciado enérgicamente contra los sucesos en el país africano.
Previamente, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, había afirmado que la escalada de violencia en Egipto había asestado "un duro golpe" a los esfuerzos de reconciliación.
No obstante, la Casa Blanca no entregó indicios sobre cambios de la política estadounidense hacia el régimen establecido tras el golpe de Estado efectuado a principios de julio.
La repulsa a la violencia también fue manifestada por la Unión Europea (UE).
Bajo estado de emergencia
Los graves incidentes desencadenados cuando efectivos de seguridad desalojaron las acampadas establecidas por miembros y simpatizantes de la Hermandad Musulmana para exigir el regreso al poder de Mursi dejaron más de dos centenares de muertos, según recuentos de partidarios del derrocado gobernante.
El Cairo y diez provincias amanecieron este jueves bajo toque de queda, y el gobierno declaró estado de emergencia durante un mes en el país. La medida permite a las fuerzas de seguridad -tal como ocurría en la era del ex gobernante Hosni Mubarak- mantener bajo arresto indefinidamente a quienes son detenidos como sospechosos.
Durante la jornada, efectivos militares y policiales, junto a civiles que integran los llamados "comités populares" -quienes circulaban armados con garrotes y machetes-, revisaban los documentos de identidad de transeúntes y automovilistas en numerosos puestos de control improvisados.
Pese a la rigurosa vigilancia, varios cientos de partidarios de Mursi intentaron congregarse en la mezquita El Imán, en la zona de Nasr City de El Cairo. Los participantes en la acción repudiaron la represión emprendida contra los campamentos establecidos en la capital.
"Abajo, abajo el gobierno militar" y "los policías son matones" gritaron los manifestantes. "Ellos nos mataron, esos golpistas y sus matones. ¡Ayúdennos, gente!", exclamaron.