ESTAMBUL.- La opositora Coalición Nacional Siria (CNFROS) denunció que u n total de 1.300 personas murieron hoy en un ataque con armas químicas en varios distritos de la periferia de la capital Damasco, a raíz de lo cual solicitó una intervención urgente de la comunidad internacional contra el régimen de Bashar al-Assad.
George Sabra, portavoz de la agrupación, subrayó durante una rueda de prensa celebrada hoy en Estambul el carácter indiscriminado de los ataques y el empleo de armas químicas, extremo negado por Damasco.
"Los médicos presentes en la zona bombardeada de Guta creen que se podría tratar de gas sarín, por la forma en la que mujeres y niños murieron en sus casas", declaró Badr Yamus, secretario general de la Coalición, tras la rueda de prensa.
"No es la primera vez que ocurre un crimen de este tipo, y la comunidad internacional nunca hace nada. Pedimos que la comisión de Naciones Unidas, que se halla en Damasco, a apenas 10 kilómetros del lugar de los hechos, acuda a investigarlo, pero dicen que no pueden salir del hotel sin permiso del régimen", añadió Yamus.
George Sabra pidió que la comunidad internacional convoque de forma urgente una conferencia para decidir acciones contra el régimen de Bashar al-Assad, basándose en el capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas.
Entre las medidas a adoptar citó la imposición de una zona de exclusión aérea y una amplia intervención humanitaria para ayudar a la población civil.
Además, exigió, la comunidad internacional debe urgentemente entregar armas al Ejército Libre de Siria (ELS), el frente rebelde que lucha contra Asad, armas que equivalgan en potencia y cantidad a las empleadas por el régimen, para poder hacerle frente, detalló Sabra.
"No pedimos esta ayuda: la exigimos porque es nuestro derecho y vuestro deber", remachó el portavoz de la CNFROS, tras denunciar la pasividad de la comunidad internacional.
"Mientras que Rusia sigue vendiendo armas de forma secreta o abierta a Siria, Irán le envía ayuda militar e Hezbollah sus milicias, los países que se llaman libres, nos han traicionado", clamó Sabra.
"No nos mata sólo el régimen: nos mata Naciones Unidas, con su pasividad, nos mata Estados Unidos, por no apoyarnos, también nos matan los países árabes, que deberían apoyarnos: nos matan nuestros amigos", afirmó.