PARÍS.- El ministro francés del Interior, Manuel Valls, reconoció ante su Primer Ministro, Jean-Marc Ayrault, haberse expresado con "torpeza" sobre la supuesta falta de voluntad de integración de los gitanos búlgaros y rumanos en Francia.
Valls reconoció el pasado lunes y en privado ante el jefe del Ejecutivo que había pronunciado "frases ambiguas" y "mal calculadas" al afirmar que los gitanos procedentes de Rumania y Bulgaria no deben permanecer en Francia y han de integrarse en sus países, consignan los canales "RTL" y "BFMTV".
El "mea culpa" del titular de Interior, el ministro más valorado del Gobierno socialista de Francia, trasciende después de que Ayrault asegurase que los gitanos sí pueden integrarse en Francia "a condición de que respeten las leyes".
La polémica sobre la cuestión de los gitanos búlgaros y rumanos en Francia se ha avivado en las últimas semanas y la línea dura defendida por Valls, refrendada por la opinión pública en los sondeos, ha generado críticas en el seno del Gobierno, por ejemplo, de la ministra de Vivienda, la ecologista Cécile Duflot.
A pesar del apoyo de Ayrault a la integración de los gitanos de esos países, el primer ministro defendió ayer la negativa de Francia a permitir la entrada de Rumanía y Bulgaria en el espacio Schengen, de libre circulación de personas, por el hecho de que "no se dan las condiciones" en lo referente a la Policía, la justicia y el control de las fronteras.
"Schengen es un espacio en el que todos los miembros que lo forman deben comprometerse a impedir la inmigración clandestina, a luchar contra la criminalidad y el tráfico de seres humanos", señaló.