KIEV.- La Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania se reúne hoy en sesión extraordinaria para debatir una ley amnistía que beneficiará a los participantes en los recientes disturbios en la capital ucraniana y otras ciudades del país, y que es una de las exigencias de la oposición.
El legislativo, de mayoría oficialista, derogó ayer una serie de leyes que restringían el derecho de reunión y otras libertades civiles, en cumplimiento de los acuerdos alcanzados entre el Presidente de Ucrania, Víktor Yanukóvich y los líderes de la oposición para buscar una salida pacífica a la crisis en el país.
Para favorecer ese proceso, el Primer Ministro de Ucrania, Mikola Azárov, cuya dimisión era demandada por los opositores, presentó ayer su renuncia, la que fue aceptada de inmediato por el jefe del Estado.
Pese a los progresos en las negociaciones entre las autoridades y la oposición, los manifestantes mantienen las barricadas en el centro de Kiev.
"La posibilidad del uso de la fuerza no ha sido eliminada de la agenda", dijo líder del partido opositor Batkivshina (Patria), Arseni Yatseniuk, en declaraciones al canal 5 de la televisión ucraniana, al referirse a que el presidente ucraniano aún podría recurrir a medidas como el estado de excepción.
Pero Yatseniuk advirtió que si Yanukóvich implanta con su firma el estado de excepción, será "una firma que significará derramamiento de sangre, cientos de muertes y la destrucción de Ucrania".
Agregó que la oposición "ha hecho y hará todo por hallar una solución pacífica al conflicto".
Según la prensa ucraniana, sectores del oficialista Partido de la Regiones consideran que la ley de amnistía debe ser aprobada sólo una vez que los manifestantes levanten las barricadas en el centro de Kiev, lo que podría complicar su tramitación en la Rada.
Las protestas opositoras estallaron hace poco más de dos meses después de que el Gobierno de Yanukóvich aplazara de manera indefinida la firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, prevista para fines de noviembre del año pasado.
Ante las creciente manifestaciones europeístas en el centro de Kiev, ocupado por la oposición, la mayoría parlamentaria oficialista aprobó el pasado día 16 una serie de leyes para restringir el derecho de reunión y otras libertades civiles.
Tres días después, la capital ucrania se convirtió en escenario de violentos choques entre manifestantes y policías antidisturbios que se cobraron varios muertos -seis, según la oposición; tres, de acuerdo a la versión oficial- y centenares de heridos.
El 23 de enero, ante la gravedad de la situación, las autoridades y los líderes opositores acordaron una tregua e iniciaron un proceso de negociaciones, en el que la oposición ha conseguido prácticamente todos sus objetivos, salvo la convocatoria de elecciones presidenciales y parlamentarias anticipadas.