La ONU pide ayuda a la comunidad internacional para enfrentar crisis centroafricana

GINEBRA.- La secretaria general adjunta de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, pidió hoy a la comunidad internacional más atención, más dinero y más soldados para afrontar la crisis en la República Centroafricana.

"El país está destruido, no hay instituciones públicas, hay que reconstruir el sistema administrativo, judicial, las arcas están vacías, la inseguridad es creciente y se producen ataques étnicos a diario, hay que actuar de inmediato", afirmó Amos en una rueda de prensa.

La alta funcionaria afirmó que 2,5 millones de personas, más de la mitad de la población de 4,6 millones con la que cuenta el país, necesita ayuda humanitaria, pero la mayoría no la reciben a causa de la creciente inseguridad.

Desde diciembre del 2013, la violencia ha forzado el desplazamiento de casi un millón de personas, de los cuales 700.000 son desplazados internos, 232.000 sólo en la capital, Bangui.

Cerca de 300.000 han huido y se refugian en países vecinos, especialmente en Chad y Camerún.

Los refugiados huyen de la ola de violencia sectaria que vive el país desde que en diciembre pasado comenzaron los enfrentamientos entre partidarios musulmanes del ex grupo rebelde Séléka y las milicias cristianas "Anti-Balaka".

Según datos de la ONU, desde esa fecha más de 70.000 personas han huido a Chad, 62.000 a la República Democrática del Congo, 28.000 a Camerún y 12.000 han buscado refugio en la República del Congo.

Amos recordó que la situación se deteriora día a día y citó lo dicho ayer en Nueva York durante una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU para tratar de la crisis en el país africano.

En ese foro, el Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Antonio Guterres, afirmó que la mayoría de los musulmanes han sido desplazados hacia el oeste del país, donde miles de civiles están en riesgo de morir "ante nuestros ojos".

"Desde diciembre hemos visto que existe una verdadera 'limpieza étnica' de la población musulmana", lamentó Guterres.

Esta alerta se produjo al tiempo que el ministro de Exteriores del país, Toussaint Kongo-Doudou, solicitó al Consejo de Seguridad que apruebe urgentemente la formación y despliegue de una fuerza de paz.

"El Estado no tiene virtualmente la capacidad de manejar las amenazas que está enfrentando", alertó Kongo-Doudou.

Actualmente, el Consejo de Seguridad estudia la formación de una fuerza de paz compuesta por 12.000 miembros. De ser aprobada, los cascos azules podrían desplegarse a finales del verano boreal.

"Necesitamos más presencia militar sobre el terreno, pero hay que tener en cuenta que aunque se aprobase hoy, la misión de paz va a tardar seis meses en ser constituida...se necesitan otras acciones rápidamente", aseveró Amos.

Actualmente, la Unión Africana tiene unos 6.000 hombres desplegados sobre el terreno para tratar de proteger a la población, apoyados por un contingente francés de otro 2.000 soldados.

Por otra parte, Amos recordó que de los 551 millones de dólares solicitados por la ONU en enero pasado para asistir a las víctimas centroafricanas, sólo se ha recibido el 16%: "necesitamos que los compromisos de los Estados se concreten en donaciones", concluyó.

El 24 de marzo del pasado año Bangui fue tomada por la entonces coalición rebelde Séléka, que asumió el poder en el país tras la huida del derrocado presidente François Bozizé.

Séléka, compuesta por cuatro grupos rebeldes, se alzó en armas en el norte del país en diciembre de 2012 al considerar que Bozizé no había respetado unos acuerdos de paz firmados en 2007.

Estos rebeldes son de confesión musulmana, frente a una población mayoritariamente católica, por lo que el conflicto ha adquirido tintes sectarios y religiosos.