TRÍPOLI.- Los enfrentamientos registrados el sábado en la ciudad libia de Bengasi entre milicias gubernamentales y fuerzas paramilitares dirigidas por el general retirado Halifa Hafter han causado 70 muertos y 141 heridos, según el último informe facilitado hoy por el Ministerio de Sanidad libio.
El nuevo recuento de víctimas se conoce mientras continúa la tensión en la ciudad, la segunda más grande del país.
El aeropuerto internacional de Benina, en Bengasi, que canceló sus vuelos como consecuencia de los enfrentamientos, en los que se emplearon armamento pesado, aviones y helicópteros, continuará cerrado al menos otras 48 horas, anunció su director Ibrahim Farkash.
La madrugada del sábado, hombres armados dirigidos por Hafter lanzaron un ataque en Bengasi contra varios cuarteles de milicias, antes de retirarse a tres barrios de las afueras -Al Qawarsha, al Hawari y Sidi Frech-.
Según indicó el propio ex general Hafter, el objetivo del asalto era acabar con los grupos "terroristas y los que sirven a los terroristas", y no dar "un golpe de Estado ni contra el poder ni contra la marcha democrática que han elegido los libios".
Sin embargo, las autoridades civiles y militares libias no han dudado en calificar de asonada militar la actuación de Hafter, que en febrero ya fue acusado de planear un golpe de Estado.
En un comunicado conjunto difundido anoche, el Gobierno, el Parlamento y el Estado Mayor del Ejército libios llamaron a la población de Bengasi a "mantenerse juntos en defensa de la legitimidad" y contra los golpistas.
"Las operaciones militares ocurridas en Bengasi han sido llevadas a cabo por oficiales y soldados que actúan fuera de la ley en un intento de dar un golpe de Estado", subrayó la nota.
El escrito agregó que el Estado Mayor del Ejército ha ordenado a las fuerzas militares presentes en la ciudad, así como a las milicias dependientes del Gobierno hacer frente a "las fuerzas golpistas", así como disparar contra cualquier aparato que sobrevuele la ciudad de Bengasi.
Las fuerzas del exgeneral Hafter han apremiado a la población de las tres zonas que ocupan que abandone la zona, en previsión de que estallen nuevos enfrentamientos.
Una llamada que ha sido contestada por las autoridades de Trípoli, que han pedido a la vecinos de dichos barrios que desoigan las peticiones de las fuerzas rebeldes.