BUENOS AIRES.- La Justicia argentina citó para el lunes a declarar al vicepresidente argentino, Amado Bodou, imputado en una causa por presunta corrupción, tras aceptar la petición interpuesta por su defensa para adelantar la fecha.
El juez federal Ariel Lijo, quien encabeza la denominada "causa Ciccone", aceptó adelantar la declaración indagatoria, prevista para el 15 de julio, porque en esa fecha Boudou se encontrará a cargo de la Presidencia argentina debido a un viaje oficial de la jefa de Estado, Cristina Fernández.
Boudou deberá declarar el próximo 9 de junio como imputado en la causa que investiga la presunta compra irregular de una imprenta de papel moneda por parte de un empresario cercano al vicepresidente, según informó el Centro de Información Judicial (CIJ).
La defensa del vicepresidente, acusado de presuntas negociaciones incompatibles con la función pública y presunto enriquecimiento ilícito, interpuso el pedido de adelanto de la citación este martes, pero ayer solicitó también su nulidad alegando que el juez debe dictar una nueva resolución que "resguarde garantías constitucionales".
En julio de 2010, cuando Boudou encabezaba el Ministerio de Economía (2009-2011), un juzgado del fuero comercial declaró la quiebra de la imprenta Ciccone a petición del Fisco argentino por deudas impositivas.
La Justicia levantó la declaración tres meses después, a solicitud de la propia empresa, tras haber negociado un plan de pagos.
Tras el levantamiento de la quiebra, la compañía quedó en manos de The Old Fund, presidida por Alejandro Vandenbroele, señalado como "testaferro" de Boudou, aunque el vínculo es negado por el vicepresidente.
Según el auto de citación a Boudou, las pruebas de la Fiscalía indican que el vicepresidente junto a José María Núñez Carmona, empresario y amigo del funcionario, habrían adquirido Ciccone, mientras Boudou era ministro, a través de The Old Fund y de Alejandro Vandenbroele, "con el fin último de contratar con el Estado nacional la impresión de billetes y documentación oficial".
Amado Boudou dejó la cartera de Economía tras las elecciones de 2011 para ocupar la Vicepresidencia, pero las denuncias por su presunta implicación en escándalos de corrupción eclipsaron su carrera y motivaron que Fernández lo colocara en un discreto segundo plano.
Se trata de la primera vez que un vicepresidente del Gobierno en ejercicio es llamado a declarar como imputado ante los tribunales en Argentina desde el retorno a la democracia, en 1983, lo que supone un duro golpe para el Ejecutivo argentino.