EFE
NUEVA YORK.- La Organización de las Naciones Unidas denunció hoy un aumento de los ataques contra trabajadores humanitarios, los que, según dijo, además de revelar un "déficit de humanidad" en el mundo, ha reducido el número de entidades dispuestas a operar en zonas de conflicto.
"La tendencia está empeorando, en lugar de mejorar", afirmó en una reunión del Consejo de Seguridad el vicesecretario general de Naciones Unidas, Jan Eliasson.
Los quince miembros del Consejo se reunieron con Eliasson para analizar el tema al conmemorarse hoy el Día Mundial de la Ayuda Humanitaria, coincidiendo con el 11 aniversario de un ataque contra las oficinas de la ONU en Bagdad que causó 22 muertos.
"Hay un déficit de humanidad en el mundo", afirmó el diplomático sueco, quien dijo que el año pasado hubo un número mayor que nunca de trabajadores humanitarios asesinados, secuestrados y heridos.
Cifró en 155 los asesinados, en 171 los heridos y en 134 los secuestrados, con un total que representa un aumento del 66% respecto a los niveles del 2012. En lo que va de este año, ha habido 79 trabajadores humanitarios muertos, 33 heridos y 50 secuestrados.
"La gran mayoría de las víctimas son personal nacional humanitario que trabaja para salvar las vidas de su propio pueblo", insistió Eliasson en su exposición.
Precisó que la situación peor se vive en Afganistán, Pakistán, Somalia, Sudán, Sudán del Sur y Siria, e insistió en la necesidad de "no politizar la acción humanitaria" y establecer los límites entre los objetivos políticos y militares.
"Si se cruzan estas líneas, las acciones (humanitarias) pueden cambiar radicalmente, exponiéndolas a la violencia", insistió.
Con el fin de hacer frente a la "tendencia muy preocupante" en el número de ataques contra grupos humanitarios, propuso medidas como llevar los casos más graves a la Corte Penal Internacional o crear tribunales especiales.
"Quienes comenten estos delitos toman como rehén a la población", recalcó.
En un mensaje desde Ginebra dirigido al Consejo de Seguridad, el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, también dijo que este problema se está volviendo cada día más agudo.
Aunque el trabajo en zonas de conflicto armado siempre ha sido peligroso, recordó, ahora algunos de los peligros inherentes se han visto exacerbados por el número de zonas de conflicto de alto riesgo.
Entre las razones del aumento de estos ataques Maurer mencionó la fragmentación de los grupos armados, muchos de los cuales no tienen comandos definidos, el resurgimiento del "fundamentalismo religioso" y la extensión del terror y la violencia.