Los combates promovidos por milicias no cejan en Libia.
ReutersEL CAIRO.- Mientras recrudece la violencia armada y el caos político en Libía, un alto dirigente de una de las milicias que disputan el poder en ese país del norte de África acusó a Egipto y a los Emiratos Árabes Unidos (EAU) de estar detrás de dos misteriosos bombardeos ocurridos en la capital, Trípoli.
Los ataques causaron la muerte a 15 combatientes e hirieron a otros 30 este sábado. Se centraron en el edificio del Ministerio del Interior y varias posiciones de los milicianos.
El dirigente, quien habló a condición de anonimato, añadió que dos hijos del jefe del consejo militar de las milicias de Misrata, Ibrahim Bin Rajab, se cuentan entre los heridos.
En tanto, un vocero de los grupos armados, Mohammed al-Gharyani, afirmó que la milicia no abandonó sus posiciones, incluyendo el Ministerio del Interior, las sedes del ejército y las sedes de la policía militar.
Añadió que los combatientes de milicias de otras áreas y poblados se han sumado a las fuerzas de Misrata. "Nuestra respuesta será severa", advirtió.
Ataques similares perpetrados el lunes también fueron dirigidos contra campamentos y zonas ocupadas por milicias islamistas de Misrata y grupos aliados.
Ahmed Hadiya, alto directivo de las facciones armadas, también acusó a Egipto y a EAU, de estar implicados en los ataques, aunque no entregó detalles al respecto.
Hadiya, hablando en nombre del grupo paraguas de las milicias islamistas llamado "Amanecer de Libia", dijo que las agrupaciones tienen el derecho de contraatacar.
Es la segunda vez en esta semana que son alcanzadas de esta manera las posiciones de milicias en la la ciudad, y el incidente avivó versiones en torno a la supuesta intervención encubierta de potencias regionales en el conflicto.
Entre los antecedentes que apuntan a esta posibilidad se cuenta el uso de municiones que no posee la debilitada Fuerza Aérea libia ni el Ejército.
Egipto niega acusaciones
La violencia en Libia se volvió endémica desde el derrocamiento y muerte del ex dictador Muamar Jaddafi. Las milicias organizadas contra su régimen no abandonaron las armas y comenzaron a disputarse a tiros los espacios de poder en el país.
Al mismo tiempo se produjo una reacción de facciones islamistas que perdieron poder en el Parlamento después de las elecciones de junio pasado
Desde Egipto, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Badr Abdel-Attie, negó de plano las acusaciones.
"No prestamos atención a tales frases. Nuestra postura es clara: estamos con el pueblo de Libia y no con este bando o el otro", precisó.
"No interferimos en asuntos internos" de los países vecinos, añadió.