MANILA.- Filipinas descartó hoy negociar con el grupo radical islamista Abu Sayyaf para que libere a los dos alemanes que tiene de rehenes y que ha amenazado con decapitar si no pagan un rescate y Alemania no retira su apoyo a la operación internacional contra el Estado Islámico (EI).
"El Gobierno de Filipinas no negocia con terroristas", dijo el secretario de Defensa, Voltaire Gazmin, en una entrevista con la emisora local de radio dzRH.
El ministro opinó que las demandas de Abu Sayyaf son una estrategia de propaganda y para presionar al Ejecutivo filipino a pagar un rescate de 250 millones de pesos (4,4 millones de euros o 5,6 millones de dólares).
"Estas acciones y gestos no nos van a intimidar. Seguiremos luchando contra ellos", aseveró Gazmin, y añadió que el presidente del país, Benigno Aquino, ha dado órdenes para acabar con Abu Sayyaf "de una vez por todas".
Este grupo islamista divulgó por internet anoche un mensaje en el que amenazó con decapitar a dos turistas alemanes que capturó en abril si no recibía 5,6 millones de dólares y Alemania no dejaba de apoyar la ofensiva internacional contra el Estado Islámico.
Abu Sayyaf, formado por unos 400 rebeldes, difundió recientemente un vídeo en las redes sociales en el que anunció su compromiso con el Estado Islámico.
Los alemanes Viktor Okonek, de 74 años, y Henrite Dielen, de 42, fueron capturados el pasado abril en la isla de Palawan, donde las autoridades encontraron vacío el yate de los alemanes.
El secuestro de ambos se confirmó con la liberación de otro rehén de Abu Sayyaf, Ronald Lingayan, que dijo haber coincidido con los dos europeos en las afueras de la localidad de Patikul, en la isla de Sulu, a unos 980 kilómetros al sur de Manila.
Este grupo rebelde tiene en su poder a otros dos europeos, un holandés y un suizo, desde febrero de 2012, además de un guardacostas de Malasia y a una mujer china y su hija.
Los secuestros son frecuentes en Filipinas, particularmente en el sur del país, y en casi todos los casos el móvil es la extorsión de dinero.
Abu Sayyaf, creado en 1991 por un puñado de excombatientes de la guerra de Afganistán contra la antigua Unión Soviética, está vinculado a Al Qaeda y se le atribuyen algunos de los atentados más sangrientos de los últimos años en Filipinas y numerosos secuestros.