BERLÍN- La tensión entre Oriente y Occidente sigue siendo un peligro para la paz y la libertad, advirtió el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, durante una visita a los restos del Muro de Berlín, marcada por los roces con Rusia por el conflicto en Ucrania.
El jefe de la diplomacia estadounidense recorrió el sitio conmemorativo del Muro, de cuya caída se cumplen 25 años el 9 de noviembre, y depositó una corona de flores acompañado por su par alemán, Frank-Walter Steinmeier.
Kerry apeló al valor simbólico de los restos del Muro, emblema de la Guerra Fría. "Nos recuerdan que la libertad que disfrutamos en Alemania y en Estados Unidos sigue estando amenazada en muchas partes del mundo, también aquí en Europa", sostuvo.
"La agresión de Rusia en Ucrania debe terminar", dijo a continuación sobre la anexión rusa de Crimea, al tiempo que pidió a Moscú dejar de apoyar a los rebeldes prorrusos en el este de la ex república soviética.
"Esperamos que Rusia, con quien no buscamos ningún conflicto, con quien nos gustaría mucho más estar colaborando para lidiar con los problemas del mundo, comprenda hasta qué punto el mundo se toma en serio la independencia de una nación y su soberanía".
Kerry recordó que pasó parte de su infancia en Berlín como hijo de un diplomático y paseó por la zona de recuerdo del Muro situada en la Bernauer Strasse, uno de los sitios emblemáticos por donde transcurría el Muro que dividió Berlín y el mundo de 1961 a 1989.
También Steinmeier aludió a la crisis en Ucrania y advirtió que "sigue siendo una amenaza para la paz en Europa", aunque se mostró esperanzado por los esfuerzos de las partes en conflicto por acercar posiciones en las últimas semanas.
Durante su reunión, Kerry y Steinmeier repasaron también otros aspectos de seguridad internacional como el avance de la milicia radical Estado Islámico (EI) en Irak y Siria.
El estadounidense fue recibido luego por la canciller Angela Merkel, que destacó "la estrecha asociación" entre Washington y Berlín ante retos como el EI, la epidemia de ébola, el conflicto en Ucrania o el programa nuclear iraní. "Somos socios en todos los grandes desafíos", remató la canciller.
La visita de Kerry, sin embargo, se produjo en un momento de roces en las relaciones bilaterales debido al escándalo del espionaje exterior de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA).
Alemania fue uno de los países más afectados por las actividades de la agencia, que interceptó al parecer comunicaciones privadas de millones de ciudadanos alemanes e incluso realizó escuchas al teléfono móvil de Merkel.