PARÍS.- Sin amilanarse por el tiroteo en el que murieron sus principales caricaturistas, el semanario francés Charlie Hebdo planea imprimir un millón de copias el miércoles próximo, casi 30 veces su tirada usual.
Los medios franceses se alinearon con la revista el jueves para asegurarse de que la próxima edición de Charlie Hebdo esté lista a tiempo, ofreciendo fondos y espacio en sus instalaciones, un día después del ataque terrorista en el que murieron 12 personas.
El semanario había ocupado oficinas temporales desde 2011, cuando sus oficinas en París fueron atacadas por publicar una caricatura que se mofaba del profeta Mahoma.
Los colaboradores de Charlie Hebdo trabajarán desde las oficinas del diario de izquierda Liberation, anunció su anfitrión.
El representante legal de Charlie Hebdo, Richard Malka, dijo que la tirada, que normalmente alcanza unas 30.000 copias pero que para los temas más controversiales se eleva a 200.000 unidades, sería de 1 millón de ejemplares en esta ocasión.
"Decidimos mantener a Charlie con quienes sobrevivieron", dijo Malka a Liberation. "Es nuestra forma de decir que no, que no mataron a Charlie, que no ganaron".
Entre lágrimas, Patrick Pelloux, columnista de Charlie Hebdo que no estaba dentro del lugar cuando se perpetró el ataque, dijo en una entrevista televisada que el periódico saldrá la semana próxima, en su fecha de publicación habitual.
"Va a ser difícil", dijo Pelloux. "No debemos rendirnos".
Malka dijo que el equipo no tenía equipos para trabajar, "ni computadores, ni lápices, nada", tras el ataque, que dañó gravemente las instalaciones y las dejó convertidas en una escena del crimen.
La noche del miércoles Radio France, France Televisions y el diario Le Monde anunciaron que entregarían "todos los medios materiales y humanos necesarios para que Charlie Hebdo siga vivo".
Los periodistas instaron a sus colegas a unirse a ellos "para preservar los principios de independencia de pensamiento y de expresión que garantizan nuestra democracia".
Hoy varios medios más comprometieron su apoyo.
En noviembre, el editor de la revista, Stephane Charbonnier, uno de quienes murieron en el ataque del miércoles, había pedido a los lectores fondos, diciendo que el semanario, que no tiene publicidad, necesitaba vender 35.000 ejemplares para mantenerse.
Según el diario financiero Les Echos, medios franceses acordaron contribuir con 250.000 euros y que un fondo nuevo para medios emergentes, parcialmente apoyado por Google, contribuiría con un cifra similar.
Los nuevos distribuidores acordaron presentar la próxima edición de Charlie Hebdo en un lugar destacado en sus kioskos y tiendas.
"Querían matar a Charlie Hebdo", dijo el presidente ejecutivo de Les Echos, Francis Morel, a su equipo. "No sólo no tuvieron éxito, sino que nosotros queremos que Charlie Hebdo emerja más fuerte de esta tragedia".
Los atacantes, aun fugitivos el jueves, irrumpieron en las oficinas del semanario durante la reunión editorial de los miércoles y mataron a cinco de sus principales dibujantes.
Varios de ellos habían presentado caricaturas en las que se mofaban del Islamismo y del profeta Mahoma anteriormente.
Cuando salían del lugar, uno de los atacantes gritó: "Matamos a Charlie Hebdo. Hemos vengado al profeta Mahoma".