ISLAMABAD.- Un condenado por terrorismo fue ahorcado este sábado entre fuertes medidas de seguridad en una prisión de Lahore, en el este de Pakistán, la décima ejecución de esta semana y la vigésima desde que en diciembre se levantó la moratoria a esta práctica tras el ataque que causó 151 muertes en una escuela.
Ikramul Haq, perteneciente al grupo insurgente Sipah-e-Sahaba Pakistan (SSP), estaba acusado del asesinato en 2001 de un guardaespaldas que protegía a un alto cargo de una organización ilegal de la minoría chiíta, según informó el diario local Dawn.
Haq fue ahorcado en la cárcel lahorí de Kot Lakhpat, donde se desplegó un gran dispositivo policial, reforzado por miembros de las fuerzas militares y paramilitares paquistaníes, de acuerdo con el periódico.
La ejecución fue pospuesta la semana pasada después de que las partes llegasen a un acuerdo, que fue finalmente rechazado por el tribunal encargado del caso ante la falta de respaldo por parte de la familia de la víctima, ya que sólo tres de sus ocho miembros acudieron a la vista.
Otros dos condenados por terrorismo fueron ahorcados el jueves en las ciudades paquistaníes de Lahore y Karachi, mientras que siete recibieron la pena de muerte el martes en cuatro prisiones del país islámico, dos de ellas en la provincia oriental de Punyab y las otras dos en las provincias sureñas.
La masacre en una escuela el 16 de diciembre en la que murieron 132 niños y doce profesores, reivindicado por el principal grupo talibán de Pakistán, el TTP, provocó que el primer ministro paquistaní, Narwaz Sharif, ordenara levantar la moratoria sobre la pena capital en casos relacionados con terrorismo, vigente desde 2008.
A esa medida se unió, la semana pasada, la aprobación por parte de las dos Cámaras paquistaníes de la creación de tribunales militares especiales durante los próximos dos años para juzgar a acusados de terrorismo.
Las autoridades del país han anunciado que más de 500 condenados por terrorismo serán ejecutados en las próximas semanas.