SANTIAGO.- En medio de todas las interrogantes que rodean la muerte del fiscal argentino Alberto Nisman, ahora surgió el relato de quien sería la última persona que lo vio con vida, y quien también le prestó el arma que fue encontrada junto al cuerpo del persecutor en su departamento en Buenos Aires la madrugada del lunes.
Se trata de Diego Lagomarsino, técnico informático que trabajaba con Nisman en el caso AMIA, y quien en un testimonio enviado a través de una jueza amiga al diario Página/12 reconoce haberle prestado la pistola Bersa calibre 22, tras recibir un llamado del fiscal el pasado sábado.
"Me dijo que era por seguridad. Que el día anterior lo había llamado (Antonio) Stiusso y le dijo que se cuidara de la custodia y que, además, tuviera precaución con la seguridad de sus hijas", dijo Lagomarsino en su testimonio publicado por el medio trasandino.
El técnico informático menciona al ex director de Contrainteligencia de la Secretaría de Inteligencia argentina, Antonio Stiusso, despedido de su cargo en diciembre pasado por la Presidenta Cristina Fernández, y quien mantuvo una estrecha relación con Alberto Nisman. Incluso,se le sindica a él como el "informante" para denunciar a la Mandataria y al canciller Héctor Timerman de encubrimiento en el caso AMIA. Desde la Casa Rosada aseguran que se trató de una "venganza" del ex funcionario por su despido.
Asimismo, Lagomarsino recalca que "no soy un agente de Inteligencia, no tengo nada que ver ni jamás conocí a Jaime Stiusso".
En su relato, el técnico informático cuenta que llegó a la torre donde vivía Nisman, lugar al que asistía habitualmente. Ahí, la guardia le consultó a Nisman, quien lo hizo pasar.
De acuerdo a su amiga jueza, el hombre entró por la puerta de servicio y pasó a tomar un café con Nisman, quien estaba solo en el departamento. "Diego dice que lo vio tranquilo. Al ratito se fue, pero esta vez por la puerta principal, algo que no era usual. También recuerda que la despedida fue sin darse la mano porque justo se abrió el ascensor, donde había unas mujeres, y no le dio tiempo", dice la magistrada.
Según la jueza amiga de Lagomarsino, después de este hecho, vive con angustia y "se pasa el día llorando".