BUENOS AIRES.- Una testigo del operativo policial y judicial implementado cuando se halló muerto al fiscal Alberto Nisman hace casi un mes en su vivienda en Buenos Aires denunció irregularidades y aseguró que no se cuidaron las pruebas en la escena de la muerte.
Se trata de Natalia Gimena Fernández (26), quien declaró al diario "Clarín" que vio cómo manipulaban objetos de la casa del persecutor, subrayaban sus papeles, tomaban café preparado en la cafetera del fiscal y manipulaban su teléfono celular en las primeras horas luego de haber sido descubierto muerto.
"Tengo miedo, pero hay muchas cosas que me han indignado", aseguró, añadiendo que "tomaban mate y pidieron medialunas (croissants). Tocaban todo. Había unas 50 personas".
Fernández aseguró que la fiscal Viviana Fein -a cargo de la causa- le mostró una bolsa con "cinco casquillos" de bala, pese a que en todo momento se informó que encontró sólo uno en la escena.
"Ahí se dijo que el disparo en la cabeza había sido hecho a 11 centímetros de distancia", sostuvo la joven, añadiendo que "también me da miedo decir que en el edificio de enfrente encontraron un casquillo de un francotirador de un arma que no hay en Argentina".
La testigo, quien aseguró haber sido interceptada en la madrugada del lunes 19 de enero en una calle de Puerto Madero por efectivos de la Prefectura Naval y llevada al departamento del persecutor como testigo del peritaje, afirmó también que en el inmueble de Nisman "había como 25 carpetas".
"Ellos leían cada página, hacían un resumen, lo escribían y me hacían firmar a mí", dijo, agregando que le hicieron firmar papeles de los que desconoce su contenido.
"Al otro día me llamaron para que firmara unos papeles. Fui. Ni pude leer, porque además me pidieron que 'por favor, ni leas esto'. Me dijo 'firmalo' y yo la verdad fui una boluda porque estaba muy asustada y los firmé sin leer", declaró al periódico.
Desmentido
Conocida la información, la fiscal a cargo de la investigación, Viviana Fein, desmintió esta jornada las declaraciones de la mujer.
"Lo que dice esta chica no existe, es descabellado y se va a tener que hacer cargo de lo que dijo", declaró la funcionaria judicial.
Advirtió además que no permitirá "en cuanto a mi honra, mi trabajo o lo que toque a mi persona, que me ataquen".
Momentos antes de que Fernández fuese interceptada se había hallado el cuerpo sin vida de Nisman, que investigaba el ataque a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), el más grave atentado en la historia del país.
El fiscal murió el 18 de enero a causa de un disparo en la cabeza en el baño de su vivienda, cuatro días después de haber denunciado a la presidenta Fernández de Kirchner por supuesto encubrimiento con el fin de exculpar a los iraníes acusados por el atentado a la mutual judía que en 1994 dejó 85 muertos.
La Presidenta Cristina Fernández fue imputada el viernes por el fiscal que tomó la denuncia de Nisman y solicitó la apertura de una investigación formal.