WASHINGTON.- Estados Unidos pidió este jueves al Gobierno de Venezuela que cese en sus acusaciones "falsas y sin base" contra otros países para "distraer de los problemas reales" que enfrenta el país caribeño.
"Los problemas económicos y políticos de Venezuela son el resultado de las acciones de su Gobierno. Y el Gobierno debería dejar de intentar distraer la atención sobre estos problemas y centrarse en encontrar soluciones a través de un diálogo democrático entre los venezolanos", consideró en un comunicado la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, explicó este jueves que su canciller, Delcy Rodríguez, se reunió esa jornada con los embajadores acreditados en su país para advertirles de la supuesta implicación del Gobierno de Estados Unidos en un plan de golpe de Estado para derrocarlo.
Maduro aseguró hace una semana que había sido frustrado un plan de golpe de Estado y que había sido detenido un grupo de militares de la fuerza aérea venezolana, una conspiración que, según su relato, habría sido "trazada" desde Washington y en la que también habrían participado dirigentes opositores venezolanos.
Estados Unidos respondió entonces diciendo que estas acusaciones, como otras anteriores de este tipo, son "ridículas" y no tienen fundamento, un mensaje que reiteró este jueves ante los últimos comentarios de Maduro sobre el asunto.
Washington todavía no se ha pronunciado sobre la detención este jueves del alcalde de Caracas, el opositor Antonio Ledezma, por agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) en la sede de su partido.
La pasada semana el alcalde del municipio Libertador de Caracas, el chavista Jorge Rodríguez, acusó a Ledezma y al diputado opositor Julio Borges de ser los autores intelectuales del intento de golpe de Estado desarticulado, según anuncio el presidente venezolano, Nicolás Maduro, un día antes de que se llevase a cabo el pasado 12 de febrero.
El presidente del parlamento venezolano, el oficialista Diosdado Cabello, aseguró por su parte que en el supuesto complot, identificado como "plan Jericó", estaban involucrados los opositores Ledezma, Borges, María Corina Machado y Diego Arria, ex embajador de Venezuela en la ONU.