El Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, insistió hoy en sus acusaciones sobre un supuesto golpe en su contra.
Reuters
CARACAS.- Un día después de
la violenta detención del alcalde opositor Antonio Ledezma, que generó preocupación internacional y reacciones en distintos países,
entre ellos Chile, el Presidente venezolano, Nicolás Maduro, insistió en acusar a sectores opositores de intentar derribarlo por la fuerza del poder.
El gobernante chavista aseguró que en su país el "golpismo" los "intocables" "se acabaron".
"En Venezuela no hay intocables, ¿oyeron? Los intocables se acabaron. Va a haber justicia y va a haber justicia y punto. Se acabó, pues, el golpismo, se acabó, y el que quiera buscar el camino del atajo encontrará aquí el puño del pueblo, el puño de hierro", enfatizó en un discurso emitido hoy.
"Seguiremos venciendo a oligarcas, a imperios y a quien se nos imponga", agregó.
El jueves, Maduro afirmó que el alcalde metropolitano de Caracas había sido
arrestado por cometer delitos "contra la paz del país", y aludió a la supuesta vinculación entre dirigentes opositores y el así llamado "plan Jericó", un presunto plan fraguado por militares para desencadenar un golpe de Estado mediante un ataque aéreo contra el Palacio Presidencial.
Según el oficialismo, Ledezma y el diputado opositor Julio Bórquez serían "autores intelectuales" de la alegada intentona.
En tanto, EE.UU. volvió a desmentir las acusaciones lanzadas por Maduro y expresó preocupación por la
"escalada de intimidación" contra opositores en Venezuela.