EMOLTV

Claves de la ira contra Rousseff y cómo salir de la crisis con una economía que no repunta

Con sólo un 23% de respaldo, un gigantesco escándalo de corrupción en Petrobras y una creciente desaceleración, la Presidenta de Brasil y su partido (PT) enfrentan la crisis política más seria desde su llegada al gobierno.

16 de Marzo de 2015 | 13:50 | Emol

RIO DE JANEIRO.- Menos de tres meses después de iniciar su segundo mandato, la Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se enfrenta hoy con el mayor desafío político de su carrera, el cual involucra directamente a su colectividad, el Partido de los Trabajadores (PT).

La Mandataria debe revertir el rechazo mayoritario que afecta a su gobierno y que quedó reflejado en la masiva protesta de ayer. La convocatoria alcanzó 1,7 millones de personas en 60 ciudades del país –es la más grande de los últimos 30 años-, molestos por la crisis económica y la corrupción. Incluso un sector de los manifestantes insistió en pedir un juicio político para destituirla de su cargo.


¿Cómo llegó a este atolladero la sucesora de Lula da Silva? ¿Y cómo pretende salir de la crisis? ¿Aquí algunas claves para entenderlo?

  • ¿Por qué ya no la quieren?


    El origen de la ira popular contra Rousseff no responde a un solo hecho, sino que a un cúmulo de problemas que se fueron acumulando hasta convertirse en una avalancha que desembocó en la protesta de ayer. Brasil viene experimentado hace varios años una desaceleración económica, previo a un fuerte gasto fiscal que dejó con pocas espaldas al Estado. Esto derivó en medidas impopulares, como en aumento de precios e impuestos y a la pérdida de beneficios fiscales y laborales, entre otras consecuencias para la población. De ahí la molestia de eventos como el Mundial de Fútbol, cuyo costo, para sectores del país, se vio cómo irresponsables en medio de los problemas económicos. A esto se sumó el escándalo de corrupción de la estatal Petrobras, donde los principales implicados son el PT y los partidos aliados del Gobierno.
  • Galaxy Note II

    ¿Sabía del escándalo o se enteró por la prensa?


    Este mes se conoció la esperada lista de los políticos involucrados en el desvío ilegal de fondos de la estatal Petrobras. El Tribunal Supremo hizo público el nombre de las 49 personas -entre ellas, 12 senadores, 22 diputados y 12 ex diputados de cinco partidos, en su gran mayoría de la base oficialista- que serán investigadas por haber participado en un millonario esquema de desvío de dinero, que se estima alcanzó los 4 mil millones de dólares. Rousseff asegura que no sabía del escándalo, pero pocos le creen, ya que antes fue ministra de Energía y ocupó la presidencia del consejo de administración de Petrobras durante el período que se habrían intensificado y consolidado las irregularidades. Distintas encuestas revelan que un 52% de los brasileños no cree que mandataria ignorara la trama de corrupción. Por ahora, el fiscal que a cargo del caso, recomendó no investigarla.
  • HTC One X

    La molestia de sus aliados


    A la pérdida de apoyo popular (sólo tiene un 23% de respaldo, según las encuestas), el gobierno de Rousseff también suma la molestia de sus principales socios, quienes acusan una operación política para perjudicarlos con el escándalo de Petrobras y no dañar al PT.. El presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, quien rechazó su inclusión en la llamada "Lista Janot" y la atribuyó a las presiones que ejerció el gobierno sobre el procurador general, Rodrigo Janot, quien buscaría ser confirmado en el cargo, no dudó en hacer públicas sus sospechas. "Sabemos exactamente el juego político que ocurrió y no podemos quedarnos callados sin denunciar la politización y la intervención (del gobierno) en la Procuraduría", afirmó el diputado del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el principal aliado de Rousseff en el Congreso. "El gobierno quiere a su socio en el barro", añadió. "Criminalizar la donación oficial que recibimos sin criminalizar las de otros es un insulto a la inteligencia", alegó.
  • Motorola RAZR i

    Cómo salir del atolladero


    Hasta los organizados de la protesta de ayer se sorprendieron del éxito. Ni en sus cálculos más optimistas esperaban 1,7 millones de personas en las calles. Los día previos además una marcha organizada para apoyar al gobierno no reunió más de 100 mil personas. La convocatoria superó en número a las realizadas en junio de 2013, pero tienen como diferencia sustancial que en aquella oportunidad no se pidió la salida del gobierno. El golpe fue duro. Sin embargo, el Ejecutiv