BEIJING.- El Gobierno de Birmania (Myanmar) se disculpó hoy oficialmente ante China por la bomba que hace semanas cayó desde un caza birmano en el suroeste de la potencia asiática, cerca de la frontera entre ambos países, y que dejó cinco muertos y al menos una decena de heridos.
"En representación del Gobierno de Birmania y de su ejército, pido disculpas oficialmente a China y expreso mis más sinceras condolencias a las familias de las víctimas y a los heridos", dijo hoy en Beijing el ministro de Exteriores birmano, Wunna Maung Lwin, al reunirse con su homólogo, Wang Yi, según la agencia oficial Xinhua.
El ministro birmano viajó a China como enviado especial del presidente Thein Sein para hablar sobre el impacto de la bomba, que mató a cinco campesinos que se encontraban en un campo de azúcar en el condado de Lincang (Yunnan, suroeste) el pasado 13 de marzo.
Por primera vez, Birmania reconoció de forma pública la conclusión de una investigación conjunta con China que señala que fue un caza del ejército birmano el responsable del incidente cerca de la frontera entre sendas naciones.
Inicialmente, el ejército había llegado a sugerir que fueron las guerrillas kokang las responsables del incidente como parte de una estratagema para enfrentar a China con Birmania, si bien expertos consideraron que los rebeldes no disponían de la capacidad armamentística para un ataque a tal distancia.
"Birmania tiene voluntad de mantener el contacto con China sobre las compensaciones para las víctimas y los heridos y realizar las gestiones adecuadas", añadió el ministro.
Agregó que "los responsables serán tratados de acuerdo a la ley", y que "se fortalecerá la gestión doméstica para prevenir que ocurran incidentes similares".
Por su parte, Wang, que regresó en las últimas horas de Lausana (Suiza), donde participó en las conversaciones para buscar un acuerdo sobre la crisis nuclear iraní, afirmó que ambas partes han llegado a un acuerdo sobre lo ocurrido y urgió a Birmania a "tomar el asunto con seriedad para proteger los lazos bilaterales".
Ambos ministros acordaron trabajar para mantener la estabilidad en la frontera, donde desde febrero hay enfrentamientos entre los rebeldes kokang, comunidad cuya mayoría comparte etnia con la china han, y el ejército birmano.
El Gobierno de Birmania y dieciséis guerrillas de las minorías étnicas sellaron el 31 de marzo un principio de acuerdo para declarar un alto al fuego en todo el país como paso previo al inicio de las negociaciones de paz.
No obstante, las guerrillas kachin y kokang no participaron en el diálogo y siguen los enfrentamientos cerca de la frontera, que han cruzado desde entonces decenas de miles de refugiados.