Ed Miliband.
EFELONDRES.- El desastroso resultado obtenido por el Partido Laborista británico, en los comicios realizados ayer, marcó el inicio la carrera para encontrar un nuevo liderazgo tras la dimisión Ed Miliband.
La mayoría absoluta obtenida por los conservadores, que no predijo ninguna encuesta, es la peor derrota de los laboristas desde la última reelección de Margaret Thatcher (1987), y termina con sus expectativas de regresar al poder tras cinco años en la oposición.
El escenario es especialmente desolador para el laborismo en Escocia, en donde perdieron 40 de sus 41 escaños en favor de los independentistas del Partido Nacionalista Escocés (SNP).
La derrota era un hecho a primera hora del día jueves, aunque Miliband esperó hasta el mediodía para pronunciar su discurso de despedida que abre la carrera a su sucesión como líder del partido.
El ex líder del Partido Laborista —que en 2010 superó a su hermano David como sustituto de Brown al frente de la formación— pidió perdón por la magnitud del fracaso en las urnas.
"Asumo total y absolutamente la responsabilidad de esta derrota y pido perdón a todos aquellos compañeros que perdieron sus escaños", declaró.
Su renuncia da la razón a las críticas internas que desde meses antes de las elecciones ponían en duda su capacidad para disputarle a David Cameron el puesto de primer ministro.
Al abandonar el puesto, aseguró que el laborismo "se ha recuperado en el pasado y volverá a hacerlo de nuevo", y apuntó que la formación necesita abrir un "debate abierto y honesto" para encontrar nuevos caminos.
Las especulaciones sobre su sucesión no se hicieron esperar. La diputada Elizabeth Kendall, quien antes de entrar en política dirigió un servicio de ambulancias y diversas organizaciones relacionadas con la sanidad, aparece como una de las mejor situadas, al igual que Chuka Umunna y Andy Burnham.
Los sindicatos, uno de los principales apoyos del Partido Laborista, serán una de las voces que jugarán un papel en la elección de un nuevo liderazgo.
Durante los últimos cinco años, Miliband cumplió con la agenda de las principales temáticas de estas asociaciones en asuntos como los derechos de los trabajadores, medidas fiscales y regulación financiera, pese a esto algunos estos líderes podrían reclamar cambios profundos en la dirección del partido.
El nuevo líder afrontará la ardua tarea de ganarse a los británicos desde la oposición en una larga legislatura que se prevé marcada por la promesa de Cameron de convocar un referéndum sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).