BRUSELAS.- La jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, confió en la aprobación hoy de una misión naval para luchar contra el tráfico ilegal de inmigrantes en el Mediterráneo, y que ese paso facilite el mandato solicitado al Consejo de Seguridad de la ONU para implementarla plenamente.
"Hoy el punto principal será tomar la decisión de establecer una operación de la UE en el mar para desmantelar las redes criminales que trafican con personas en el Mediterráneo", indicó Mogherini a su llegada a un consejo de ministros de Defensa y Exteriores comunitarios.
La alta representante europea confió en que la UE "traduzca en acciones concretas los minutos de silencio" que tuvo "en este mismo edificio hace un mes" por los naufragios de embarcaciones ilegales cargadas de inmigrantes que trataban de llegar a Europa.
"Espero que esta decisión se adopte hoy para poder avanzar en la planificación y lanzar la operación en las próximas semanas", dijo.
Para que la operación prevista por la UE pueda estar plenamente operativa es necesario que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe una resolución bajo del capítulo 7, que hace referencia al uso de la fuerza.
"Tomaremos una decisión hoy (...). Una vez que hayamos tomado hoy la decisión de establecer la misión, será también más urgente y claro el ejercicio de redacción de una resolución por parte del Consejo de Seguridad", señaló Mogherini.
Al mismo tiempo, indicó: "Estamos buscando una asociación con todas las autoridades libias y creo que esto también puede facilitar una resolución del Consejo de Seguridad".
"Por lo que he visto en Nueva York, al menos no hay gran resistencia política u oposición", comentó.
Los ministros europeos esperan dar luz verde este lunes al concepto de gestión de la misión y a la decisión jurídica para establecerla, lo que supone los primeros pasos para que pueda ponerse en marcha más adelante, probablemente en junio, según Mogherini.
Está planteada en tres fases: intercambiar información y patrullar en alta mar; abordar, capturar o desviar los barcos sospechosos que se aproximen a Europa que no tengan pabellón o si se cuenta con el permiso del país representado en su bandera, y tomar las "medidas necesarias" contra las embarcaciones, como "desecharlas" o hacerlas "inoperables", según un borrador.
El texto indica que esa tercera fase se hará "de acuerdo con cualquier resolución del Consejo de Seguridad de la ONU o el consentimiento del país costero concernido".
También señala que el Consejo deberá evaluar "si se han cumplido las condiciones para una transición más allá de la primera fase".
El ministro británico de Defensa, Michael Fallon, aseguró a su llegada a la reunión que su Armada "ya está salvando vidas en el mar, pero necesitan "acordar hoy una acción para poder perseguir a las bandas criminales e interrumpir las redes de tráfico".
"Eso significa recabar mucha más información sobre la manera en que estas redes están organizadas y hacer más para ayudar a los países de donde vienen los inmigrantes", consideró.
El titular sueco, Peter Hultovist, aseguró que "es muy importante" que tengan "un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU", a la vez que señaló que "es muy pronto aún para decir cuál es el verdadero impacto, la verdadera operación" que deberían hacer.
"Aún no estamos en posición de hablar de una operación militar naval, ahora estamos discutiendo actividades de inteligencia e información, esto puede estar bien", afirmó, y añadió: "Lo que pase en los próximos pasos y después, deberemos verlo".