BAGDAD.- El desafío a las fuerzas ocupantes del líder chií Muqtada al-Sadr, que ha incrementado la tensión en Irak, coincide con el cerco militar en Faluya, con el resultado de más de 60 iraquíes muertos en diferentes puntos del país y numerosos heridos en los enfrentamientos registrados en los tres últimos días.
Mientras los estadounidenses emplearon anoche helicópteros artillados en el cerco de la ciudad de Faluya, donde la semana pasada fueron asesinados y mutilados cuatro guardaespaldas norteamericanos, hoy el líder radical chií instaba a los estadounidenses a interrumpir sus ataques contra la población civil.
Muqtada al-Sadr, en busca y captura por las tropas de ocupación desde que el pasado domingo provocara una insurrección en todo el país, abandonó hoy la mezquita de Kufa, donde estaba rodeado por los militares estadounidenses, y se trasladó a su oficina en la vecina ciudad de Nayaf, principal centro religioso de esa rama del Islam.
El empeoramiento de la situación en Irak ha causado la alarma en numerosas capitales del mundo, aunque los aliados estadounidenses han reiterado su voluntad de mantener las tropas en Irak, pese a los enfrentamientos registrados en los últimos días en diferentes ciudades del país.
Hoy el ministro italiano de Defensa, Antonio Martino, declaró en Bruselas que no contemplaban la retirada de sus tropas, tras los enfrentamientos en Nasiriya, donde al menos murieron 15 iraquíes y 12 soldados italianos resultaron heridos.
En Bagdad cuatro militares estadounidenses resultaron muertos en diferentes puntos en torno a la capital, cifra que se suma a los cuatro marines norteamericanos muertos la víspera, según confirmó hoy el mando estadounidense.
En el empobrecido barrio chií de "Madinat al-Sadr", al este de Bagdad, según informaron hoy fuentes médicas, al menos 39 iraquíes resultaron muertos y cerca de 130 se encuentra heridos tras los enfrentamientos en los últimos dos días con las tropas de EEUU.
La barriada, en la que malviven más de un millón de personas, muchos de ellos seguidores de Muqtada al-Sadr, se encuentra tomada por los soldados estadounidenses, que se han enfrentado con los milicianos durante toda la noche.
Carros blindados y numerosos vehículos "humvee" permanecen apostados frente a la principal comisaría de esta "ciudad" desde que el domingo por la noche lograran arrebatársela a los milicianos
Frente a ellos, decenas de enfurecidos jóvenes gritan consignas en favor de Muqtada al Sadr, quien el domingo desató la agitación con un llamamiento a la huelga general y a la desobediencia civil.
El Gobierno de Washington admite que la proximidad de la fecha prevista para la devolución de la soberanía, el próximo 30 de junio, puede suponer un aumento de la violencia y la tensión en el país ocupado.
Precisamente esa es la acusación de la Casa Blanca al prófugo dirigente radical chií, que aseguran pretende utilizar la insurrección para ganar poder ante el traspaso de soberanía a los iraquíes.
El desafío a las tropas ocupantes lanzado por el clérigo radical ha avivado la espiral de violencia en Irak, donde la tensión había aumentado notablemente la semana pasada con el asesinato de los cuatro escoltas civiles estadounidenses, cuyos cadáveres fueron sometidos a vejaciones en la conflictiva ciudad de Faluya, ahora cercada y bombardeada por los norteamericanos.
La detención el sábado en Nayaf por fuerzas especiales estadounidenses de un colaborador del clérigo radical opuesto a la presencia en el país de tropas extranjeras, originó las protestas frente a uno de los acuartelamientos de la brigada Plus Ultra, bajo mando español.
El intercambio de disparos causó la muerte de una veintena de iraquíes y de dos militares, uno salvadoreño y otro estadounidense, enfrentamientos que se reprodujeron en distintos puntos del país, como Basora, donde la sede del Gobierno provisional fue ocupada por los manifestantes.
