Joaquín Navarro Valls durante la conferencia de prensa que informó del grave estado de salud del Papa. |
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Juan Pablo II se encuentra en estado muy grave pero lúcido, dijo hoy el Vaticano y ofició por la mañana una misa, además de recibir a varios de sus ayudantes.
El vocero del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, con voz entrecortada y al borde de las lágrimas, afirmó que "en este momento la situación es estable, pero el estado sigue siendo significativamente grave".
Navarro relató a los periodistas que el Pontífice de 84 años fue "informado de la gravedad de su situación" y decidió continuar en sus aposentos privados que miran a la Plaza de San Pedro en vez de dirigirse al policlínico Gemelli.
"El Papa sigue consciente, lúcido y sereno", pese a su extrema gravedad. Su estado es "estacionario", recibió a varios de sus colaboradores y solicitó que le fueran leídos los Evangelios, indicó Navarro Valls, pero reconoció que la presión arterial es inestable.
El vocero agregó que Juan Pablo II pidió "hace unos minutos que se le leyera algunos pasajes de las Sagradas Escrituras".
Asimismo, dijo que "permanecen las condiciones vitales pero los parámetros biológicos están alterados", explicó.
Visiblemente afectado, Navarro Valls sostuvo que "hoy vi una imagen que no había visto en 26 años de pontificado".
Pasadas la medianoche de ayer, Navarro Valls sostuvo que el Papa se encontraba en estado crítico tras sufrir un colapso séptico y cardiorrespiratorio.
"Esta mañana, las condiciones de salud del Papa son muy graves. Después de sufrir anoche una infección urinaria, se declaró una septicemia con paro cardiaco", precisó en una declaración urgente pasadas la 1:00 de Chile.
