Los aviones F-16 han sido la "manzana de la discordia" en las últimas compras de armamento realizadas por Chile. |
SANTIAGO.- El general (r) de Perú, Germán Parra, representante de la Asociación de Oficiales Generales y Almirantes retirados de ese país, es claro al afirmar que el programa de adquisiciones de las Fuerzas Armadas chilenas "desequilibra la estabilidad estratégica en la región".
Aunque precisó que esta "es una compra prevista", aseguró en conversación con EMOL desde Lima que la iniciativa chilena representa una "preocupación para Perú y para todos los países de Latinoamérica".
EMOL intentó contactarse con el ministro de Defensa peruano, Roberto Chiabra, para conocer una reacción oficial del gobierno de Alejandro Toledo, pero no hubo respuesta a los llamados.
La reacción de los militares (r) peruanos viene luego de que ayer se diera a conocer que dentro de los planes de las FF.AA. chilenas estaban la adquisición de entre 20 y 28 aviones F-16 A/B, varios tanques Leopard II para el Ejército y tres fragatas misileras para la Armada.
En total la operación implicaría un gasto superior a los 400 millones de dólares, que se sumarían a la flota de diez aviones F-16 C/D encargados a Estados Unidos y a los 280 tanques Leopard I que ya posee el Ejército.
Parra asegura que lo importante es "tratar de evitar que esta fuerza se emplee en una agresión contra un país", ya que si bien "no hay una certeza de que dicha agresión se produzca, sí existe una posibilidad, y ésta hay que tenerla en cuenta porque es peligrosa".
El ex general afirma que "esto desestabiliza el panorama regional, porque los F-16 son aviones muy modernos, poderosos (...). Por ejemplo, nosotros tenemos los MIG 29 y el F-16 es muy superior y si se tiene en cuenta que Chile, además, ha comprado una serie de unidades navales y también vehículos blindados,
indudablemente las Fuerzas Armadas de Chile se transforman en las más poderosas de Sudamérica".
A fines de diciembre del año pasado, el Presidente de Perú, Alejandro Toledo, anunció que su Gobierno renovaría la flota de aviones de transporte y helicópteros militares con la firma de un convenio de cooperación con la Federación Rusa por un monto de 125 millones de dólares.
En agosto se hizo pública la creación de un fondo permanente del presupuesto para modernizar el armamento, mientras que en marzo se oficializó la compra de cuatro fragatas del tipo Lupo por parte de la Marina de Guerra del Perú, con un costo aproximado de US$ 60 millones.
Tanques Leopard I durante la Parada Militar. |
Peligro, pero no amenaza
Parra prefiere ser cauto y no referirse a estas adquisiciones como una carrera armamentista o una amenaza "porque no es una expresión voluntaria de agredir a otro".
Sin embargo, no duda en afirmar que "sí constituye un peligro, porque por más que no tengamos una posibilidad de conflicto inmediato, sí es un peligro que alguien tenga una capacidad que pueda emplearla en cualquier conflicto que se provoque en el futuro".
El ex general peruano advierte que esto puede provocar un "recelo" en el resto de los países de América Latina, lo que "podría generar una potenciación de sus Fuerzas Armadas".
El programa de adquisiciones
Las citadas compras se pueden financiar gracias a la actual bonanza económica del Gobierno por los excedentes del cobre no sólo dejaron en 2004 US$ 2 mil millones al fisco, sino que también cerca de US$ 300 millones para las compras militares, cifra que se elevaría a cerca de US$ 500 millones extras este año.
Se estima que los aviones F-16 costarían cerca de US$ 150 millones si es que se compran a la Fuerza Aérea holandesa y estarían operativos por veinte años en Chile. Se unirían a los diez F-16 C/D nuevos comprados en Estados Unidos.
En tanto, las fragatas serían adquiridas eventualmente en Londres por costo aproximado de US$ 250 millones.
La compra de menor costo sería la de los tanques, puesto que estos serían vendidos a precio de liquidación en Europa, el que bordearía los US$ 400 mil por cada unidad. Estos se agregarían a los 280 Leopard I que ya posee el Ejército.
