El Presidente emite su voto. |
BOGOTA.- Alvaro Uribe, un aliado clave de Washington en Latinoamérica, arrasó en las elecciones colombianas del domingo, convirtiéndose en el primer presidente en lograr su reelección inmediata en la historia reciente del país gracias a su mano dura contra la guerrilla y los paramilitares.
Con una abstención de alrededor del 60 por ciento del padrón y el 90,01 por ciento de los votos válidos escrutados, el político conservador obtenía el 62,18 por ciento; en tanto que Carlos Gaviria, líder del izquierdista Polo Democrático Alternativo, alcanzaba el 22,10 por ciento; y el liberal Horacio Serpa obtenía un 11,84 por ciento.
Unos 26,7 millones de colombianos estaban habilitados para votar y elegir entre la continuidad que representa Uribe o el cambio que proponían cinco candidatos rivales, que prometieron una solución negociada al violento conflicto interno que azota al país desde hace décadas y una lucha férrea contra la pobreza y el desempleo.
"Hubo total tranquilidad, salvo algunos incidentes menores que no afectaron el normal desarrollo de las elecciones", dijo a periodistas el comandante de las Fuerzas Militares, general Carlos Ospina.
A diferencia de anteriores elecciones, cuando violentos ataques de la guerrilla dejaron decenas de víctimas, en esta oportunidad las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) -el mayor grupo guerrillero- llamaron a votar masivamente contra Uribe y sus sabotajes han sido escasos.
La victoria de Uribe es un aliciente para Estados Unidos, preocupado por el crecimiento de un sentimiento anti Washington en la región tras la victoria del boliviano Evo Morales en Bolivia y el mayor protagonismo que está obteniendo el venezolano Hugo Chávez.
El Ejército reportó la muerte de cinco guerrilleros de las FARC que murieron accidentalmente cuando intentaban instalar explosivos en los departamentos de Arauca y Valle.
Tres militares también murieron al activar un campo minado sembrado por la guerrilla cerca al pueblo de San Calixto, en el departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela.
Pero no se produjeron los acostumbrados informes de combates con decenas de víctimas y de ataques explosivos contra objetivos militares e infraestructura.
Analistas explicaron que la estrategia de la guerrilla se debe a que entendió que una escalada de ataques, como la que tradicionalmente realizaba en los días previos a las elecciones, sólo contribuía a fortalecer la imagen de Uribe, el principal aliado de Estados Unidos en América Latina.
Mano dura
Uribe muestra como principales logros de su gobierno que inició el 7 de agosto del 2002 la recuperación de la seguridad, la reducción de los asesinatos, los secuestros y los ataques a la infraestructura económica en un país de más de 41 millones de habitantes hastiado por la violencia.
El mandatario dice que se ha avanzado en el tema de seguridad pero admite que falta mucho por hacer y que "la culebra sigue viva", refiriéndose a las FARC, que asesinó a su padre en un fallido intento de secuestro en 1983.
Unos 380.000 efectivos de las fuerzas militares y de policía fueron desplegados a lo largo y ancho del país para garantizar la seguridad de los electores.
Aunque Uribe -quien goza del respaldo de los inversionistas y de los mercados por impulsar políticas económicas de libre mercado- es calificado por sus opositores como un "autoritario" por su decisión de combatir el terrorismo por todos los medios, replica diciendo que está dispuesto a hacer la paz en su nuevo mandato.
Gaviria consolidó a la izquierda como la segunda fuerza del país por encima del liberalismo, mientras que la derrota de Serpa puso fin a un bipartidismo histórico en la nación.
Colombia tiene una pobreza que ronda el 50 por ciento de la población sin acceso a vivienda, educación ni salud, problemas en los que la guerrilla ha justificado su lucha armada de más de cuatro décadas que cobra miles de vida al año.
Pero, Uribe, quien con el apoyo de Washington también ha impulsado una agresiva guerra contra el narcotráfico que financia a los grupos armados ilegales, prometió mejorar los programas de asistencia social.
Es la primera vez en más de un siglo que un presidente en ejercicio es reelegido después de que el Congreso aprobó a finales del 2004 una reforma constitucional que introdujo la reelección presidencial inmediata.
