TOKYO.- Corea del Norte advirtió hoy que la realización de nuevas pruebas nucleares, tras la efectuada el pasado lunes, dependerá del tratamiento que Estados Unidos dé a ese país.
En declaraciones a la agencia nipona Kyodo, el número dos del régimen norcoreano, Kim Yong-nam, añadió que la vuelta de Corea del Norte al diálogo multipartito sobre sus programas nucleares está también supeditado a la actitud de EE.UU.
Estas palabras de Kim Yong-nam, presidente del Presidium de la Asamblea Popular Suprema, son las primeras declaraciones oficiales de un miembro de la cúpula político-militar de Corea del Norte tras la prueba nuclear realizada el lunes en el nordeste del país para incrementar su poder de disuasión ante Washington. La realización de futuros ensayos nucleares "está ligado a la política de Estados Unidos hacia nuestro país", aseguró Kim.
"Si Estados Unidos continúa desarrollando una actitud hostil y aplicando diferentes formas de presión sobre nosotros, no tendremos más remedio que adoptar acciones físicas para manejar esta situación", dijo el segundo hombre más fuerte de Corea del Norte, tras el propio líder del país, Kim Jong-il.
Kim Yong-nam desafió la posibilidad de que el Consejo de Seguridad de la ONU imponga sanciones a Corea del Norte y afirmó que su país puede afrontar tales contingencias. "Incluso si se incrementaran las presiones económicas cada día, nuestra economía en general está entrando en una senda de crecimiento", afirmó.
Hoy, un representante diplomático norcoreano señaló a Kyodo en Pekín que la imposición de sanciones por el consejo de Seguridad de la ONU "a gran escala", con un embargo total y el bloqueo económico, supondrá "una declaración de guerra" en toda regla.
Sobre la posible vuelta de Corea del Norte a las conversaciones multilaterales sobre el programa nuclear norcoreano, Kim Yong-nam explicó que antes EE.UU. deberá retirar las sanciones impuestas a varias instituciones financieras relacionadas con la cúpula de Corea del Norte y que son acusadas de lavado de dinero y falsificación de dólares.
"Esto (el retorno al diálogo nuclear con Corea del Sur, EE.UU., Japón, China y Rusia) también depende de la actitud de Washington", pues "no podemos atender a las conversaciones mientras sigan impuestas diversas sanciones, incluidas las financieras", añadió.
Estas conversaciones a seis bandas se encuentran estancadas desde el mes de noviembre de 2005 por el boicot de Corea del Norte, que exige el fin de las sanciones económicas impuestas por la Casa Blanca hace un año.
Kim Yong-nam restó importancia a las amenazas de Japón de imponer sus propias sanciones económicas por la realización de la prueba atómica del lunes pasado. "Hemos vivido sin la ayuda japonesa hasta ahora y seguiremos haciéndolo ahora", dijo Kim.